El cambio normativo, según explicó el ministro de Hacienda, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, incluye estos créditos gratuitos dentro de la protección que dispensa a los ciudadanos la Ley de Crédito al Consumo, algo que no ocurría hasta ahora.

Así, el crédito se liga obligatoriamente ala prestación del servicio para el que ha sido contratado, de manera que "no haya capacidad operativa" para desvincular ambos y, en caso de que el prestador del servicio suspenda la actividad, el contratante del crédito pueda hacer lo mismo con el pago del préstamo.

Esta decisión del Ejecutivo se produce tras la situación generada por la quiebra de las academias Opening, en las que los alumnos pagaban mediante un crédito. Al cerrar las academias, han sido obligados a seguir pagando, ya que el préstamohabía sido concertado -en ocasiones sin saberlo los alumnos- con entidades financieras.

Ahora, se pierde la obligatoriedad de seguir pagando el préstamo si el servicio al que está ligado deja de prestarse, según la nueva normativa, que explica que la ineficacia del contrato firmado para el servicio deja sin efectos la financiación del mismo.