En su intervención, Escobar, en representación de 1.200 asociaciones de pacientes crónicas, partió de que éstos representan un “reto” para el sistema sanitario, al ser muchos mayores y polimedicados. Según dijo, el efecto de la pandemia de coronavirus fue “devastador”.

Ella reveló que gran parte de los usuarios del sistema sanitario tienen enfermedades crónicas: el 50% de los hospitalizados y el 80% de los que acuden a Atención Primaria. Llamó a a reconstruir el sistema sanitario con un mejor acceso, una mejor cohesión territorial y una mejor coordinación sociosanitaria y, ante todo, remarcó que “nos hace falta liderazgo” y “mirar la sanidad a medio y largo plazo”, con un enfoque que “no puede estar sujeto a un compromiso político de cuatro años”.

Más en detalle, sugirió mejorar el diagnóstico precoz, porque ahora un 45% de los pacientes tardan entre dos años y dos años y medio en ser diagnosticados y pasan por entre tres y cuatro especialistas, con el consiguiente coste tanto para el paciente como para el sistema, que acaba teniendo que tratar a un mayor número de personas y en peor estado de salud.

Escobar terminó señalando que, según las encuestas, sólo el 11% de los pacientes dicen que se encuentran bien o muy bien, la cuarta parte que hace años, y que valoran con un suspenso tanto la atención recibida como el funcionamiento del sistema.