Medio ambiente

Los países ricos extraen seis veces más recursos naturales que los pobres para infraestructuras

- Generan 10 veces más impactos climáticos por ello, según Naciones Unidas

- La ONU vincula la “crisis del consumo” con la “triple crisis planetaria” de cambio climático, pérdida de biodiversidad y contaminación

MADRID
SERVIMEDIA

Las naciones ricas utilizan seis veces más recursos naturales y generan 10 veces más impactos climáticos que los países pobres, lo que supera “con creces” las necesidades humanas y la capacidad de la naturaleza.

Esos datos figuran en el informe ‘Perspectivas de los recursos mundiales 2024’, elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma) y el Panel Internacional de Recursos (IRP, por sus siglas en inglés), y dado a conocer este viernes coincidiendo con la última jornada de la VI Asamblea de las naciones Unidas para el Medio Ambiente, conocida como UNEA-6 y que se celebra desde el pasado lunes en Nairobi (Kenia).

La extracción de los recursos naturales de la Tierra se triplicó en las últimas cinco décadas por la construcción masiva de infraestructuras en muchas partes del mundo y los altos niveles de consumo de materiales, especialmente en los países de ingresos medianos altos y altos.

Se espera que la extracción de materiales aumente un 60% para 2060 y podría descarrilar los esfuerzos para lograr no solo los objetivos globales en materia de clima, biodiversidad y contaminación, sino también la prosperidad económica y el bienestar humano, según el informe.

Los autores del informe exigen “cambios radicales” para que “la humanidad viva dentro de sus posibilidades” y reduzca en un tercio el crecimiento proyectado de uso de recursos naturales, al tiempo que crece la economía, mejora el bienestar y minimiza los impactos ambientales.

106.000 MILLONES DE TONELADAS

El informe concluye que la utilización de recursos naturales pasó de 30.000 millones de toneladas en 1970 a 106.000 millones de toneladas de ahora (es decir, de 23 a 39 kilos de materiales usados de media por persona al día), lo cual acarrea “impactos ambientales dramáticos”.

En general, la extracción y el procesamiento de recursos representan más del 60% de las emisiones que calientan el planeta y un 40% de los impactos de la contaminación del aire relacionados con la salud.

La extracción y el procesamiento de biomasa (por ejemplo, cultivos agrícolas y silvicultura) suponen el 90% de la pérdida de biodiversidad y el estrés hídrico relacionados con la tierra, así como un tercio de las emisiones de gases de efecto invernadero.

De manera similar, la extracción y el procesamiento de combustibles fósiles, metales y minerales no metálicos (por ejemplo, arena, grava, arcilla) representan en conjunto un 35% de las emisiones globales.

“La triple crisis planetaria de cambio climático, pérdida de naturaleza y contaminación está impulsada por una crisis de consumo y producción insostenibles. Debemos trabajar con la naturaleza, en lugar de simplemente explotarla”, según Inger Andersen, directora ejecutiva del Pnuma.

Andersen añadió: "Reducir la intensidad de los recursos de los sistemas de movilidad, vivienda, alimentación y energía es la única manera de lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible y, en última instancia, un planeta justo y habitable para todos".

En el centro del uso de los recursos naturales del planeta hay desigualdades, puesto que los países pobres consumen seis veces menos materiales y generan 10 veces menos impactos climáticos que las naciones ricas.

Los países de ingresos medianos altos han más que duplicado el uso de recursos en los últimos 50 años debido a su propio crecimiento en infraestructura y a la reubicación de procesos intensivos en recursos desde los países ricos. Al mismo tiempo, el uso de recursos per cápita y los impactos ambientales relacionados en los países pobres se han mantenido relativamente bajos y casi sin cambios desde 1995.

“VIDA DIGNA”

Según el informe, reducir los niveles de consumo de recursos y materiales para complementar las acciones sobre producción y eficiencia de recursos puede reducir alrededor de un 30% el uso global de recursos en comparación con las tendencias históricas, al tiempo que hace crecer la economía global, mejora las vidas y el progreso permanece dentro de los límites planetarios.

Incorporar externalidades ambientales en los acuerdos comerciales, fortalecer la regulación de los mercados financieros de productos básicos e implementar políticas de ajuste fronterizo relacionadas con el impacto son algunas formas que los países pueden adoptar para evitar “una carrera hacia el abismo” en los estándares ambientales y sociales de extracción de recursos, indican los autores.

“No debemos aceptar que satisfacer las necesidades humanas deba requerir muchos recursos y debemos dejar de estimular el éxito económico basado en la extracción. Con una acción decisiva por parte de los políticos y el sector privado, es posible una vida digna para todos sin que le cueste mucho a la Tierra”, afirmó Janez Potočnik, copresidente del Panel Internacional de Recursos.

MÁXIMO EN 2040

El informe recomienda definir rutas de uso de los recursos naturales, incorporar opciones de consumo sostenible y crear modelos de negocio circulares y de bajo impacto.

Con ello, se transformarían el entorno construido, la movilidad y los sistemas alimentarios y energéticos, lo que aumentará las energías renovables y la eficiencia energética y la descarbonización de la producción material, creará ciudades más transitables a pie y en bicicleta, y con mejor transporte público y oportunidades de trabajo remoto, así como menos pérdida y desperdicio de alimentos.

Los países de ingresos altos y medianos altos verían un cambio en su dieta al alejarse de la proteína animal, mientras que las economías más pobres experimentarían un aumento en el uso de recursos para permitir una vida digna.

Se prevé que estos cambios sistémicos alcancen un máximo de extracción de recursos en 2040 y luego reduzcan su uso a solo un 20% por encima de los niveles de 2020 para 2060.

Las emisiones de gases de efecto invernadero se reducirían en más de un 80%; las existencias de materiales relacionados con el transporte y de construcción caerían en un 50% y un 25%, respectivamente, y el uso de la tierra para la agricultura disminuiría un 5%.

Al mismo tiempo, la producción de alimentos aumentaría un 40% para sustentar a las poblaciones; incluso cuando hay crecimiento y seguridad alimentaria, la economía mundial crecería un 3% y el índice de desarrollo humano mejoraría un 7%.

(SERVIMEDIA)
01 Mar 2024
MGR/pai