EL PAPA APROVECHA SU ULTIMA ENCICLICA PARA LLAMAR A LA UNIDAD DE TODAS LAS IGLESIAS CRISTIANAS

MADRID
SERVIMEDIA

Juan Pablo II aprovecha su última encíclica, "Ut unum sint" ("Que todos sean uno"), para hacer un llamamiento a la unidad de todos los cristianos. El Papa considera que al final del seundo milenio, durante el cual han tenido lugar las rupturas más graves de la unidad, se dan circunstancias favorables para intentar retormarla.

El Papa destaca los avances logrados durante los últimos años a través del diálogo, que en algunas ocasiones han contribuido a la adopción conjunta de posiciones ante problemas que afectan a los derechos humanos.

Asimismo, subraya el diálogo abierto con las iglesias orientales, tanto las ortodoxas como las precalcedonenses, y también los frutos cosechadosen los encuentros con otras comunidades eclesiales de occidente, aunque reconoce que a pesar de los avances siguen existiendo diferencias significativas.

Para conseguir la unidad con los ortodoxos después de casi mil años de separación, Juan Pablo II propone inspirarse en las experiencias del primer milenio, cuando existían relaciones recíprocas que no impedían el desarrollo de las distintas comunidades eclesiales.

En el caso de los contactos mantenidos con los protestantes, indica que "se han deineado así perspectivas de solución inesperadas y al mismo tiempo se ha comprendido la necesidad de examinar más profundamente algunos argumentos".

Entre los frutos obtenidos a través de los esfuerzos realizados en pro de la unidad, el secretario general de la Conferencia Episcopal Española, José Sánchez, resaltó hoy en rueda de prensa "la posibilidad de que la Iglesia católica administre a los no católicos y que los católicos reciban de aquellos los sacramentos de la Eucaristía, penitencia y unción d enfermos en determinadas circunstancias".

INTENSIFICAR EL DIALOGO

Sin embargo, el director del Secretariado de la Comisión Episcopal de Relaciones Interconfesionales de la Conferencia Episcopal, Julián García Hernando, apuntó que a pesar de los avances cosechados, el Papa recuerda que éstos resultan insuficientes, por lo que anima a intensificar el diálogo para poder resolver las divergencias.

"Subraya", explicó monseñor García Hernando, "la comunión ya existente, y los diversos grados en que sta se da, teniendo en cuenta las realidades diferentes del resto de las iglesias cristianas, y al mismo tiempo expone los vacíos todavía existentes de cara a una unión plena, meta a la que todas las iglesias implicadas en el movimiento ecuménico aspiran".

No obstante, Julián García Hernando afirmó que la encíclica supone "una oleada de optimismo en los momentos duros por los que el ecumenismo está pasando".

El director del Secretariado de la Comisión de Relaciones Internacionales indicó que parallegar a la consecución de la unión plena, Juan Pablo II da prioridad a la oración y la "reforma en el modo de exponer la doctrina".

Asimismo, el Papa se muestra partidario de "no imponer más cargas de las indispensables" en el diálogo abierto para alcanzar la unión.

Finalmente, consciente del importante papel que desempeña la figura del Papa, Juan Pablo II pide que le ayuden a "encontrar una forma del ejercicio del primado que, sin renunciar de ningún modo a lo esencial de su misión, se abra a ua situación nueva".

La encíclica "Ut unum sint", la duodécima de Juan Pablo II, consta de 116 páginas y se hace pública poco después de la encíclica "Evangelium vitae", que apareció el pasado 30 de marzo.

Según monseñor Sánchez, "Ut unum sint" "no tiene propiamente un objetivo de carácter doctrinal, sino más directamente pastoral. Asume plenamente la doctrina del Vaticano II".

(SERVIMEDIA)
30 Mayo 1995
GJA