El documento adoptado, que ha promovido el europarlamentario sueco Erik Olsson, resalta que estas tasas mediambientales vendrían a corregir los falsos precios del mercado, al incorporar los costes de la contaminación.

La resolución pide a la Comisión Europea que proponga estos impuestos del medio ambiente para ciertos productos, como coches, carburantes, pesicidas, etc. De igual manera, también se le pide a la Comisión que establezca las tasas para el agua, la energía, el transporte, el embalaje, la construcción, los pesticidas químicos, los fertilizantes y otros compuestos.

El informe reconoce, no obstante, que la imposición de estas tasas puede distorsionar la competencia entre los Estados que las introduzcan y los que no. Por tanto, sería deseable que fueran adoptadas por todos los países de la UE.