Según manifestó a Servimedia un portavoz de la Asociación Empresarial de Pastelería Artesana, estas previsiones están en línea con las ventas que se alcanzaron el año pasado.

La crisis, añadió, no incide en esta venta, concentrada en días festivos y fin de semana -en los que se deja sentir menos la caída del consumo- y ligada a la tradición.

Como novedad, este año se venden también mini-torrijas, es decir, torrijas del tamaño de un pastelillo (unos 25 gramos), cada vez más demandadas para postre.

Aunque lo habitual es que las torrijas sean de leche, también hay encargos de otros sabores, sobre todo de vino y de licor. El precio de la unidad oscila entre los 2 y los 2,5 euros, y en el caso de las mini-torrijas se mueve entre los 22 y los 26 euros el kilogramo.

Desde hace años, las pastelerías han visto crecer las ventas de este dulce, que tradicionalmente se hacía en casa. Los horarios laborales y la incorporación masiva de la mujer al mundo laboral han hecho que, cada vez más, se tienda a comprar las torrijas de pastelería.

Junto a pestiños y torrijas, también se venderán en Madrid cerca de 500.000 monas de Pascua, un dulce típico de Cataluña y del resto de la zona levantina pero que empieza a demandarse también en otras regiones.