En un comunicado, Asaja-Sevilla denuncia que la actividad agraria es "el motor de la comarca" y de los trece municipios que la conforman, por lo que el plan de expropiaciones "mina" la existencia de estos pueblos y sus habitantes, mayoritariamente campesinos.

Los agricultores consideran que se puede hacer compatible la conservación del medio natural del entorno de Doñana sin proceder a estas expropiaciones, que tendrán como primer efecto una pérdida de empleo.

"No se pueden establecer restricciones y limitaciones de usu del suelo sin estudiar primero las consecuencias sociales y económicas que traen aparejadas estas nuevas medidas", concluye Asaja.