Así se desprende de las estimaciones de la patronal de ocio nocturno y restauración catalana a las que ha tenido acceso Servimedia tras la decisión del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña de no conceder las medidas cautelares para abrir los locales de ocio nocturno de inmediato y no tener que esperar hasta el 11 de febrero, día marcado por el Govern catalán para su reapertura.

Según sus cálculos, el grueso de las pérdidas se produjo durante las tres primeras semanas de cierre, que coincidieron con las Navidades, Nochevieja y Reyes. En su estimación, entre el 23 de diciembre y el 9 de enero el sector perdió 350 millones de euros. Las pérdidas restantes corresponden a 48 millones de euros por semana durante el mes siguiente y 24 millones que los locales de ocio nocturno no ingresarán la semana que viene por no poder abrir hasta el viernes.

En total, las pérdidas estimadas por Fecasarm en 2021 y 2022 ascienden a 3.635 millones de euros. Las discotecas estuvieron cerradas en Cataluña hasta el mes de octubre, cuando pudieron abrir con un porcentaje de aforo del 80%. Aun abiertas durante dos meses, la patronal estima unas pérdidas semanales cercanas a los 10 millones de euros por no poder completar el aforo.

En declaraciones a Servimedia, el secretario general de Fecasarm, Joaquim Boadas, señaló que el sector tardará “años” en recuperar las pérdidas “a menos que haya un plan de ayudas proporcionado a unas medidas que han sido desproporcionadas”. Boadas culpó a la administración de permitir el funcionamiento del ocio nocturno “ilegal” sin buscar “fórmulas alternativas para compatibilizar el uso y disfrute del ocio nocturno legal y la protección a la salud”.

El responsable de la patronal fue más allá al asegurar que en las comunidades autónomas donde ha habido unas “medidas quirúrgicas” en el ocio nocturno, los datos epidemiológicos han ido “mucho mejor”, mientras que, en aquellas donde los responsables políticos “pensaban que restringiendo el ocio legal la gente se iba a quedar en casa”, las cifras de contagios “se han disparado”.

Preguntado por la respuesta de los clientes cuando el sector pueda reabrir el próximo viernes, Boadas apuntó que “la gente tiene ganas de salir de fiesta”, pero subrayó que los locales tendrán “un trabajo importante de reacostumbrar” a los clientes a cumplir “unas ciertas normas”, pues, cuando han salido a la calle o han hecho fiestas en domicilios particulares, se ha hecho “lo que se ha querido”.