PAUL KRUGMAN ALERTA ANTE EL RIESGO DE AUMENTAR EL PARO EN EUROPA CON LAS POLITICAS ANTI-INFLACIONISTAS DE MAASTRICHT
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Paul Krugman, uno de los más economistas más influyentes de los Estados Unidos, en donde ejerce como profesor en el Instituto Tecnológic de Massachusetts (MIT), considera que la Unión Europea corre el riesgo de ver aumentar el empleo como consecuencia de una política monetaria de lucha contra la inflación demasiado rigurosa.
En un artículo que publica el último número de la prestigiosa revista británica "The Economist", Krugman arremete tanto contra quienes sostienen que la globalización de la economía permite crecimientos económicos más elevados sin riesgos inflacioniarios como contra quienes ponen por encima de todo la estabilidad d precios y llegan a abogar por objetivos de inflación cero.
A este último respecto, Krugman considera "inquietante" la perspectiva de que los monetaristas doctrinarios fijen las políticas económicas de los paises avanzados.
A su juicio, "el mayor riesgo está probablemente en Europa, en donde, a pesar de unos resultados de empleo mucho peores que en Estados Unidos, la retórica de la estabilidad de precios no encuentra oposición y es probable que tenga una influencia creciente sobre las políticas rales".
Krugman se pregunta qué ocurrirá si efectivamente se materializa, como está previsto en el Tratado de Maastrich, la construción de una autoridad monetaria única para la Unión Europea.
Su pronóstico es rotundo: "La nueva Autoridad Monetaria Europea operará bajo una constitución que pone la estabilidad de precios por encima de todo; lo que es aún más importante, se sentirá obligada a mostrarse como una digna sucesora del Bundesbank, lo cual significa que intentará realizar en la práctica la lase de política que el Bundesbank sigue sólo en la teoría. El resultado será que el problema del desempleo de Europa, que sería severo en cualquier caso, se verá seriamente agravado".
Krugman, autor de dos libros ampliamente divulgados en España "Vendiendo prosperidad" y "La era de las expectativas limitadas", defiende que lo más prudente sería adoptar una vía intermedia entre los partidarios del crecimiento a toda costa y quienes colocan a los precios como el pivote básico de la política económica. En su opinión, eso puede conseguirse adoptando un objetivo de inflación de entre el 3 y el 4 por ciento. Actualmente, el Tratado de Maastricht dejaría fuera de la unión monetaria a todos los paises de la UE que tuviesen más del 2,3 por cien de inflación, ya que ése es el nivel 1,5 puntos superior a la media de los tres paises más estables el pasado mes de julio.
Para Krugman, la principal ventaja de que haya unos puntos de inflación reside en que permite una mayor flexibilidad en la negociación delos convenios colectivos, ya que no hace necesaria una reducción de los salarios nominales, que encuentra gran oposición entre los trabajadores, para adoptar políticas de moderación e incluso de recortes de los salarios reales.
A su modo de ver, una política pragmática de estas características es la que de hecho practican, al margen de su retórica, tanto la Reserva Federal de los Estados Unidos como el Bundesbank o el Banco de Inglaterra.
El riesgo está, a su juicio, en que algunas autoridades moetarias pueden llegar a creerse su propia retórica. "Esta no es una posibilidad hipotética -argumenta-. Ahora mismo, los Bancos de Canadá y Francia son ejemplos obvios que parecen creerse lo que dicen sobre la estabilidad de precios; su sinceridad le está costando a sus naciones cientos de miles de empleos".
(SERVIMEDIA)
02 Ene 1996
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