Pérez-Reverte hizo estas reflexiones en la presentación de su último libro, "El sol de Breda", que constituye la tercera entrega de las aventuras del capitán Alatriste, un soldado de los Tercios y espadachín a sueldo del que el autor se sirve para recrear la España del Siglo de Oro.

La obra, que trata del asedio de la ciudad de Breda en 1625 por los Tercios españoles en Flandes, preende mostrar al lector, según explicó el autor, quienes fueron los verdaderos protagonistas de la batalla que inspiró el cuadro de Velázquez.

"Los soldados de los Tercios", aclaró, "hicieron el trabajo sucio, aunque ellos sólo aparecen en el fondo del cuadro, detrás de las lanzas, de los generales, del caballo y de la bandera".

PIOJOS Y TRINCHERAS

Tras hacer hincapié en que "El sol de Breda" no es ni un canto imperial ni una condena, Pérez-Reverte señaló que los soldados españoles combatían entnces en una "guerra miserable, de piojos, fango y trincheras", en la que también mostraban grandes dosis de dignidad y solidaridad. "Ante tanta degollina y mezquindad, también había ideales", precisó.

El autor de "El maestro de esgrima" y de "El club Dumas", entre otras novelas de gran éxito, busca con su nuevo trabajo desechar la imagen de victimismo histórico que, en su opinión, siempre ha acompañado a España.

El ex corresponsal de guerra aseguró en este sentido que entre Sarajevo y Breda apena hay diferencias, "porque la tragedia es siempre la misma", y señaló que su trabajo de narrador y periodista le ha servido para comprobar que la memoria histórica siempre es manipulada por "los canallas de la retaguardia".

Tras comparar el Imperio español con el poder que hoy ejercen los "yankees" sobre el resto del mundo, Perez-Reverte destacó que el personaje del capitán Alatriste representa a un "tipo honrado, que mantiene ciertas maneras", aunque no renunciaba tampoco a los saqueos y a la "degollia de holandeses".

"Ahora nos vendemos por un café con leche y antes por un saqueo de Amberes. Entonces la gente tenía dignidad y quizá esa sea la única virtud que hemos perdido", añadió.