En febrero de 2020 le fue diagnosticada este trastorno autoinmune que la dejó sin capacidad de comunicarse o moverse. “Todo empezó con un hormigueo en las yemas de los dedos cuando estaba en Arabia Saudita donde residía”, recordó este martes en una entrevista para Servimedia.

La periodista permaneció un mes y medio en la UCI, donde trataron en varias ocasiones de retirarle la respiración artificial, pero no pudieron. “Yo allí estaba muy confusa, pero tenía claro que no me encontraba bien. Pensaba: como no me saquen de aquí, esta cama va a ser mi ataúd”.

Entonces su marido decidió trasladarla al Hospital Nacional de Parapléjicos Toledo. Allí ha renacido -como ella repite- no solo porque ha vuelto a respirar, sino porque “he aprendido a comer, a hablar, a moverme, a caminar, a todo”.

Además, confiesa que durante su lucha con este trastorno "le pierdes el miedo a la muerte, pero a la vez aprecias más la vida". Ahora, Sol asegura que no puede permitirse otros temores menores. “Siempre me dio mucho pudor escribir, pese a que otros compañeros de profesión lo hacían. Yo lo tenía muy idealizado". Su experiencia le ha llevado a la convicción de que “tiene mucho que decir” y además asegura que "ya no me quedan excusas para no hacerlo". “He tenido que estar tres años paralizada físicamente para que mi mente superarse todas estas limitaciones y echara andar hacia caminos inexplorados, por miedos, supongo”.

Villanueva se muestra sorprendida por la respuesta está teniendo su libro entre los familiares y personas afectadas por la enfermedad. “Deseo para este nuevo año salud, aunque suene a tópico, y ser capaz a ayudar a toda la gente con síndrome de Guillain Barré que estos días me está escribiendo, pidiéndome ayuda y consejo”, confesó la periodista a Servimedia.