Alimentación

El pescado azul puede prevenir y mejorar el dolor en personas mayores, según dos estudios

Madrid
SERVIMEDIA

Un equipo de investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), el Ciberesp e Imdea-Alimentación, demuestra que el consumo de pescado azul se asocia a menor incidencia y a una mejor evolución del dolor entre los mayores de 60 años.

Así lo constatan dos estudios liderados por investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM). Sus resultados han sido publicados recientemente en las revistas ‘Nutrients y Clinical nutrition’.

“La vitamina D tiene acciones sobre el metabolismo óseo, la inflamación y la regulación del sueño, mientras que las grasas omega-3 tienen acciones antiinflamatorias y analgésicas”, explicaron los autores de las investigaciones.

Como ambos nutrientes se pueden ingerir como parte de la dieta, especialmente a través del pescado, los expertos se propusieron comprobar si un mayor consumo de pescado e ingesta de vitamina D y grasas omega-3 se asociaba con la aparición y evolución del dolor.

Para evaluar su hipótesis, los investigadores utilizaron datos de la cohorte Enrica-Seniors-1, compuesta por 950 personas mayores de 60 años procedentes de toda España, a las que monitorizaron durante cinco años.

“Esta manera de analizar los datos no fue casual, ya que nos permitió minimizar la causalidad reversa, es decir, estar más seguros de que era el consumo de pescado y sus nutrientes el que modificaba el dolor, y no a la inversa”, destacaron.

PESADO AZUL, CLAVE

Al analizar los datos, los expertos constataron que un mayor consumo de pescado azul (entre una y dos raciones a la semana) se asociaba con un riesgo un 32% más bajo de aparición de dolor después de cinco años, así como con una probabilidad un 30% menor de empeoramiento del dolor.

"Nos llamaba la atención que solamente el consumo de pescado azul, y no el de pescado blanco, se relacionara con un menor riesgo de dolor”, detallan.

Según los expertos, las diferencias pueden deberse al mayor contenido en vitamina D y grasas omega-3 del pescado azul, ya que estos dos nutrientes también se asociaron con menor incidencia y mejor evolución del dolor.

"Por ejemplo, una ración de sardinas o caballa podría aportar hasta cinco veces más vitamina D y tres veces más omega-3 que una ración de merluza o calamares, según los datos de las tablas de composición de alimentos españolas”, afirmaron.

Por último, y con la cautela necesaria, al tratarse de un estudio sólo en personas mayores, los autores de las investigaciones consideran que estos nuevos datos apoyarían el consumo de pescado azul (así como la ingesta de vitamina D y grasas omega-3) como herramientas para la prevención y tratamiento no farmacológico del dolor.

(SERVIMEDIA)
15 Nov 2022
CAG/clc