En su informe, Waddington condena este tráfico y apunta la necesidad de una estrategia europea coordinada, abordando la prevención, detención y procesamiento de los traficantes, así como el aoyo y rehabilitación de las víctimas.

Según la ponente de la Comisión de Derechos de la Mujer, los Estados miembros deberían dar prioridad a la implementación plena de la Acción Común adoptada en febrero de este año para combatir la trata de seres humanos y la explotación sexual de los niños.

Por otro lado, no puede olvidarse que las principales víctimas son mujeres procedentes de países no comunitarios. En cuento a medidas de protección a las víctimas deberían incluir ayuda médica y psicológica,asistencia financiera y jurídica, servicios telefónicos de urgencia, alojamiento y estatutos de residencia temporal, y extenderse a todas las víctimas y no sólo a aquellas que estén dispuestas a presentar una denuncia formal.

Susan Waddington pone el énfasis en medidas preventivas, subrayando la necesidad de una campaña de inforamción coordinada entre la Unión Europea y terceros países en la que se describa como actúan las redes y los mecanismos que utilizan para captar mujeres.

Las sanciones debrían ser proporcionales al crimen, y los Estados miembros deberían poder adoptar el principio de extraterritorialidad frente a individuos y organizaciones involucrados en este tráfico.