Lo dijo durante el acto ‘Envejecer en casa: servicios de proximidad y atención domiciliaria’, organizado por la PMP y celebrado en la agencia de noticias Servimedia, en el que también participaron la gerontóloga y presidenta de la Fundación Pilares, Pilar Rodríguez, y la catedrática de Sociología y autora de ‘La riqueza invisible del cuidado’, Ángeles Durán.

Lázaro González adujo que “el cuidado se basa en una visión de la vida” y en la “solidaridad”, una declaración de principios que le sirvió para observar que “si quieres un buen sistema de cuidados, tienes que invertir dinero”.

En ese sentido, indicó que “en España las comunidades más ricas no son las que tienen los mejores sistemas de cuidados”, confrontando el caso del País Vasco, que “tiene unos buenos servicios de proximidad”, con el de la Comunidad de Madrid, que a pesar de ser “la más rica”, es donde “más ancianos han muerto en las residencias durante la pandemia”.

En la misma línea, Ángeles Durán arguyó que para “ganar espacios” en las residencias las comunidades autónomas deberían invertir entre un 20% y un 30% más. Esto le permitió explicar que en el País Vasco la creación de una plaza en estas instalaciones cuesta alrededor de 5.000 euros, mientras que en el resto de los territorios la cifra de crear una de estas plazas, “y de mala calidad”, baja a 2.000 euros. “¿La sociedad está dispuesta a pagar más impuestos para mejorar la calidad de las plazas de residentes?”, dejó caer.

Por otro lado, constató que “el mejor sitio para envejecer es Andalucía o Extremadura”, ya que en estas comunidades “hay una estructura productiva antigua y un reparto de papeles muy antiguo”.

Abundó en que en estos territorios los cuidados se realizan “en casa a la manera antigua”, lo que representa “una carga extraordinaria para las mujeres”. Indicó que “parece que son no productivas y que no aportan nada al PIB”, pero su labor es el “sostén de Andalucía, de Extremadura y de las comunidades con tierras vaciadas”.

Por último, aseveró que muchos municipios “sobreviven con población porque hay mujeres encargadas de los cuidados; de lo contrario, desaparecerían”.