Didier Jacques Gerard fue sorprendido el sábado 19 en la aduana de Tarifa (Cádiz) con abundante munición, un revólver y una bomba de mano, cuando su equipaje estaba siendo inspeccionado tras realizar el viaje en barco que une la localidad marroquí de Tánger con la península.

En ese momento, e delincuente francés cogió su pistola y amenazó a los policías y viajeros en la aduana, huyendo a pie. A la mañana siguiente, el domingo 20, una pareja de la Guardia Civil procedió a identificar a un individuo sospechoso, que disparó en repetidas ocasiones contra los agentes, ocasionándoles heridas de consideración.

Didier Jacques Gerard robó el Peugeot 309 oficial, que dejó abandonado dos horas más tarde en un camino vecinal de la localidad malagueña de Benahavís, montándose casi de forma instantáneaun dispositivo policial para dar con el paradero del pistolero, que cuenta en Francia con un amplio historial delictivo.

A pesar del intenso trabajo de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, que acordonaron y peinaron el término municipal de Benahavís y que registraron buena parte de las urbanizaciones de la Costa del Sol, una semana después de los hechos no hay pistas del pistolero.

Fuentes de la Guardia Civil han apuntado a Servimedia la posibilidad de que el delincuente haya huido, bie utilizando la red de autocares de transporte público o haciendo auto-stop, instantes después de abandonar el coche oficial de la Benemérita.

No obstante, las fuerzas de seguridad se mantienen alerta por si Didier Jacques Gerard no hubiera roto el cerco policial y permaneciera escondido en algún chalé de las numerosas urbanizaciones de la Costa del Sol.