Según informó este jueves la Policía Nacional, en el laboratorio clandestino se elaboraban drogas sintéticas a partir de sustancias estupefacientes naturales, que posteriormente exportaban a Norteamérica, Oceanía y países europeos por medio de paquetería.

En el marco de la operación, los agentes detuvieron a tres personas de una misma familia que regentaban el laboratorio y han incautado 7.500.000 dosis de sustancias NSP como la droga estimulante conocida como "polvo de mono", el cannabinoide sintético ADB-BUTINACA y la cantinona sintética a-PiHP.

La investigación se inició a principios de marzo tras tener conocimiento de que desde algún punto de la provincia de Barcelona se estaban llevando a cabo envíos de sustancias estupefacientes de peligrosas drogas denominadas NSP, tanto a Estados Unidos como a diversos países europeos.

ENVÍOS DE DIFÍCIL DETECCIÓN

Tras diversas averiguaciones, la Policía identificó a un miembro de la organización que realizaba envíos desde diferentes oficinas de paquetería de Barcelona, por lo que se dispuso un servicio de vigilancia sobre sus movimientos y envíos, siendo interceptados varios de ellos, tanto en España como en Estados Unidos, donde se contó con la colaboración del CBP (Customs and Border Protection) y la DEA (Drug Enforcement Administration).

Una vez los investigadores empezaron a controlar los movimientos de la organización y los envíos que realizaban, comprobaron cómo aquellos envíos, pese a tener un peso muy bajo, tenían un gran valor económico debido a la dificultad de elaboración.

Los paquetes se estaban enviando a través de una empresa que se presentaba con varias denominaciones sociales, aunque su sede social se encontraba en Barcelona y tenía cuentas asociadas a una empresa húngara.

Continuando con la investigación de los objetivos, tras analizar todos los lugares que frecuentaban los miembros de la organización, la Policía descubrió el lugar donde residían y donde tendrían establecido el laboratorio clandestino de fabricación de las NSP.

LABORATORIO EN UN PUBELO DISCRETO

El laboratorio se encontraba en una casa en la localidad barcelonesa de Tagament, que propiciaba un emplazamiento discreto y alejado. A finales de julio, teniendo controlados los movimientos del principal investigado, cuando aquel se dirigía a una oficina de paquetería para enviar una remesa de cajas, fue interceptado por los investigadores, que frustraron el envío de cuatro paquetes de grandes dimensiones que contenían una importante cantidad de NSP con destino Grecia, EEUU, Irlanda e Italia.

Tras la detención, se llevó a cabo una entrada y registro en un domicilio donde se encontraba otro miembro de la organización criminal, de nacionalidad húngara e hijo del principal, y una mujer de nacionalidad colombiana. De esta forma, se elevó finalmente a tres la cifra de detenidos por los hechos investigados.

LINGOTES Y CRIPTOMONEDAS

En el interior del domicilio se descubrió cómo la organización tenía emplazado un sofisticado sistema de producción y despacho logístico. Así, en una habitación tenían pertrechado el laboratorio clandestino, donde contaban con diferentes productos químicos, solventes y elementos necesarios para confeccionar estas sustancias. Asimismo, disponían de una máquina emblistadora para confeccionar pastillas de sustancias estupefacientes y NSP.

En el mismo registro se intervinieron 35.000 euros en efectivo, 1.8086 monedas virtuales con un valor de 52.635 euros, diversos lingotes de oro y material informático pendiente de analizar.

Entre abril y junio de 2022, se intervinieron en Estados Unidos un total de 136 envíos conteniendo distintas sustancias con un peso total de 67,4 kg. La organización además enviaba paquetes fuera de Europa a Australia y Nueva Zelanda, donde su precio es sustancialmente mayor, incrementando su valor un 200%.

Entre los envíos interceptados antes de entrar en el extranjero destaca uno de 163 gramos de MDPHP conocido como "polvo de mono" o "droga caníbal", con potentes efectos estimulantes, siendo 10 veces más potente que la cocaína como psicoestimulante. Esta aprehensión supone más de 160.000 dosis de consumo.