Los estudiantes habían emprendido un viaje de estudios acompañados de tres profesores, y volvían a España después de visitar París, Bruselas, Gante y Amsterdam.

Tras pernoctar en un albergue en la localidad francesa de Poitiers, donde algunos alumnos fumaron hachís y marihuana, emprendieron camio de regreso hacia la frontera.

Sin embargo, los dueños del albergue denunciaron la actuación de los jóvenes a la policía, que persiguió al autocar hasta detenerlo.

Los gendarmes utilizaron perros en la inspección del autobús y posteriormente interrogaron a los jóvenes sobre la procedencia de los estupefacientes. Acto seguido, esposaron a 20 estudiantes con edades comprendidas entre los 16 y 19 años, que fueron conducidos a la comisaría donde le retuvieron durante 6 horas.

Pasado este tiempode retención, la policía puso en libertad a los chicos, tras el pago de una multa de 300 francos, unas 6.000 pesetas cada uno.