El documento se dio a conocer en un acto en el Ministerio de Sanidad en el que participaron la subdirectora general de Calidad Asistencial del Gobierno de España, María Fernández; y la directora de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps), Mª Jesús Lamas.

Durante su presentación, el director general de la POP, Pedro Carrascal, explicó que la guía fue diseñada con el objetivo de proporcionar a los pacientes con enfermedades crónicas, información clara y concisa sobre cómo prevenir infecciones y la resistencia frente a los antibióticos, así como promover la concienciación sobre la importancia de estas medidas.

De hecho, subrayó, “esta guía es muy querida que ha necesitado un tiempo de elaboración larga". "Este documento tiene unos objetivos como informar, promover conocimiento y habilidades, así como fomentar actitudes y hábitos saludables al proporcionar unas recomendaciones claras, además de estar basada en la evidencia científica”.

A lo largo de sus páginas, el documento de fácil lectura muestra “la importancia de implementar medidas preventivas efectivas, como un adecuado lavado de manos, la higiene personal, bucal, sexual y respiratoria, el uso de mascarillas y la vacunación, entre otras”.

Además, enfatiza “la necesidad de adquirir conocimientos y actitudes positivas hacia la prevención, así como en la importancia de buscar información precisa y confiable a través de profesionales sanitarios, asociaciones de pacientes y fuentes oficiales”, según expone la guía.

INADECUADO USO DE ANTIBIÓTICOS

También aborda de manera integral la aparición de resistencias ante el inadecuado uso de antibióticos, un desafío creciente en el campo de la salud pública. Comprender la buena utilización de estos fármacos y la importancia de completar los tratamientos es clave para prevenir el desarrollo de resistencias y así garantizar la eficacia de estos medicamentos.

Ante este panorama, la guía remarca que “los pacientes con enfermedades crónicas, debido a su mayor riesgo de infección y a la necesidad de tener que tomar antibióticos con mayor frecuencia, deben ser especialmente conscientes de la importancia de seguir las pautas y las recomendaciones proporcionadas”.

De hecho, las enfermedades crónicas como la diabetes, las patologías cardíacas, pulmonares, hepáticas o renales, entre otras, pueden aumentar el riesgo de infecciones y complicaciones asociadas.

Además, la guía destaca que “ciertos tratamientos como los corticoides y/o los inmunosupresores, especialmente utilizados en oncología, enfermedades inflamatorias inmunomediadas, pueden comprometer el sistema inmunitario para combatir infecciones, siendo menos eficaz y más susceptible a complicaciones”.

MAYOR RIESGO

De forma adicional, la necesidad de una mayor asistencia sanitaria, incluyendo ingresos hospitalarios, hospitales de día y diversas pruebas médicas, puede incrementar el riesgo de infección en personas con enfermedades crónicas.

La exposición a entornos hospitalarios y a otros pacientes, así como la manipulación de dispositivos médicos, pueden facilitar la propagación de agentes infecciosos y la generación de microorganismos resistentes a antimicrobianos.

Ante esta situación, la guía puso de relieve que “la prevención de infecciones y el uso responsable de antibióticos son fundamentales para proteger la salud y prevenir la propagación de enfermedades, garantizando la salud y el bienestar de los pacientes con enfermedades crónicas y sus cuidadores”.

De hecho, el director general de la POP subryó que la guía responde, en el capítulo de ‘Conceptos clave’, a las preguntas más frecuentes sobre las infecciones, su transmisión, las más resistentes a los antibióticos y su efecto en patologías crónicas, así como la prevención, los riesgos para los pacientes crónicos.

PREGUNTAS FRECUNTES

Así, continuó, “se explica qué es una colonia, una infección, tipos de infecciones y que son las resistencias y cómo se transmiten las infecciones, así como los riesgos para los pacientes con enfermedades crónicas”.

En cuanto a la resistencia a antibióticos, la guía recuerda que cada antibiótico actúa de forma diferente, además de estar diseñado para combatir ciertos tipos de infecciones. Usar el antibiótico incorrecto no solo puede ser ineficaz, sino que también contribuye a un problema mayor: la resistencia a los antibióticos.

Esto ocurre cuando las bacterias desarrollan ciertas capacidades que hacen que los antibióticos ya no puedan combatirlas. Entre las recomendaciones presentadas en la guía elaborada por la POP destacaron “no automedicarse”. “Nunca tomes antibióticos sin la prescripción de un profesional sanitario, acudir a consulta médica para recibir un diagnóstico adecuado, determinar si el tratamiento con antibióticos es necesario y completar el tratamiento”, recalcó la guía.

Del mismo modo, Pedro Carrascal indicó que “esta guía ha dado pie a otros proyectos con los que trabajamos en la Comunidad de Madrid como el denominado Hospitales Seguros para que los pacientes crónicos interioricen las medidas para evitar infecciones y controlarlas”. Por ello, remarcó, “es fundamental que organizaciones de pacientes lancemos estos mensajes fuera del sistema hacia nuestros colectivos para trabajar en paralelo”.