Portillo dijo a Servimedia que la resistencia de Arzalluz aadmitir la evidencia de que hay muchos vascos que han tenido que exiliarse durante los últimos años por miedo a ETA le convierte en un "nuevo señorito franquista", empeñado en negar la realidad de la opresión y la falta de libertades.

Según explicó, cuando Arzalluz pregunta enfáticamente a quien se ha echado del País Vasco le recuerda al "señorito franquista" de "Los Santos inocentes" que, después de hacer que uno de sus peones escribiera a duras penas su nombre, proclamaba triunfalmente ante un embajdor extranjero de visita en su cortijo: "¿ve usted como en España todo el mundo sabe escribir".

Portillo recalcó que su caso es la prueba de que Arzalluz "miente" al decir que no se ha expulsado a nadie de la comunidad vasca en los últimos años. "Yo, como muchas personas", afirma, "he tenido que irme de Euskadi para evitar que los fascistas vascos me maten".

Portillo dijo desde EEUU, adónde se trasladó tras abandonar el País Vasco, que él tuvo que marcharse después de que su vehículo "fuera atacao con una bomba en el campus universitario por segunda vez".

A este respecto, añadió que el presidente peneuvista habrá querido decir que su autonomía "no se echa a nadie que siga las directrices del abertzalismo".

Concluyó que los vascos que comparten el abertzalismo "no sólo no se tienen que ir, sino que, además, el fascismo abertzale puede atacar impunemente a quienes se atrevan a abrir el pico, sabiendo que desde la dirección del Departamento de Interior se hará lo imposible por no detenerlos.