Martinón se interesó, en la sesión de control del Congreso, por las medidas que piensa adoptar el Ejecutivo. Como respuesta, Alvarez Cascos le advirtió de que interesarse por este extremo estimula "el celo del Gobierno para intervenir en cuestiones que afectan a otros partidos".

"Supongo que esto es una novedad, porque hasta ahora el celo que se conocía de los gobiernos anteriores era para obstruir a la justicia, llevando a magstrados como el señor Barbero a la dimisión de la instrucción de un asunto que afectaba a la vida interna de su partido", respondió el vicepresidente.

Alvarez Cascos reiteró la voluntad del Gobierno de colaborar "activa y diligentemente" con la justicia para esclarecer todas las denuncias, y acusó a Martinón de abrir un debate "sin precedentes" en la Cámara al pedir al Gobierno que adopte medidas para resolver un conflicto suscitado en el seno de un partido político.

Tras afirmar que el PSOE es u partido "experto en enterarse de las informaciones por la prensa", recordó que los jueces investigan las denuncias de dirigentes del PP de Canarias desde octubre de 1998.

"Lo que le interesa no es el resultado de la investigación, sino intervenir en la vida interna de un partido", dijo el vicepresidente dirigiéndose a Martinón, al que acusó de inmiscuirse en la potestad de un partido para elegir a su presidente, en este caso de Tenerife.

Martinón aseguró que todos los canarios, de todas las isla y de todos los pensamientos políticos, "nos sentimos abochornados de ver que el nombre de Canarias y el de Tenerife cobran importancia nacional por un asunto de mafias y de bandidaje".