Gabriel Elorriaga, secretario de Comunicación de los populares, dijo en rueda de prensa en la sede de su partido que Zapatero evidenció una falta de control, ya que "insultó muy gravemente a los medios de comunicación y al propio PP".

Elorriaga se refirió a que es el propio Gobierno el que "ha generado" esta información sobre la entrevista con Barroso, al haber confirmado que en el encuentro se habló de la OPA, lo que se produjo días antes de que la Comisión Europea se pronunciase sobre si era competente o no sobre esta operación empresarial.

"Los hechos son los hechos y en este momento lo que hace falta no son insultos, sino explicaciones", afirmó el responsable de comunicación de los populares, quien añadió que "Zapatero se está acostumbrando ya a gobernar con frecuencia en un ámbito de oscurantismo".

"ESPECTACULO DE NEGLIGENCIA"

A este respecto, aludió a que el jefe del Ejecutivo ya mantuvo en La Moncloa otra entrevista "semisecreta", que al final se acabó conociendo, con los responsables de PSC, ERC y CiU para tratar del Estatuto catalán y su aprobación para la remisión al Congreso.

Al mismo tiempo, Elorriaga hizo referencia a las informaciones que apuntan a una remodelación del Gobierno para frenar su pérdida de valoración entre los ciudadanos, algo que relacionó con el "espectáculo de negligencia" que está dando el Gabinete socialista.

A su juicio, Zapatero debe darse cuenta de que esta situación es consecuencia de "las decisiones políticas tan gravemente perjudiciales" que está tomando y no de lo que hagan los medios de comunicación o el PP.

Asimismo, el secretario de Comunicación de los populares rechazó que se relacione el problema de la financiación de los partidos políticos con el caso de los intereses condonados por La Caixa al PSC y el hecho de que el máximo responsable de esta formación sea el actual ministro de Industria, José Montilla.

En este sentido, destacó que la actuación de Montilla en este caso es como si el presidente de un club de fútbol entrega "una cuantiosa cantidad de dinero al árbitro del partido, prácticamente la víspera de que se celebrase el derbi".

Remarcó que se quiere hacer creer que es "normal" que el encargado de arbitrar un encuentro "reciba dinero de uno de los contendientes antes de tomar una decisión".