En la sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados, Ferrer recalcó que, "a estas alturas, y con la que está cayendo, parece bastante evidente que a su señoría su trabajo no se le da bien", pese al "desparpajo" con el que niega el atasco en los tribunales.

Criticó que el Gobierno socialista "a las crisis no les llama crisis, a los trasvases no los llama trasvases y a los monumentales retrasos judiciales no sabe cómo llamarlos y mucho menos cómo resolverlos".

Ferrer propuso un término al responsable de Justicia, que es un "caso claro de decadencia, feliz término que aúna los conceptos fundamentales para explicar la situación:decadencia e incompetencia, la suya y la de su Gobierno".

UN MAL MOMENTO DE 30 AÑOS

Por su parte, el responsable de Justicia expresó su "firme voluntad de hacer salir a la justicia de ese momento que dura ya treinta años", porque considera que en todo el periodo de democracia "no hemos sido capaces de ponerla en el sitio que le corresponde" para garantizar un funcionamiento "ágil y eficiente".

Fernández Bermejo dijo al diputado del PP que "respetar la gramática no viene mal, y la historia tampoco", pero aconsejó al diputado que se ponga "al día", porque el CGPJ aclaró que las más de doscientas mil sentencias de las que habló en informe "no significa que no se ejecuten, sino que están en ejecución".

En este sentido, reiteró que no habla de colapso ni atasco porque "no responde a la realidad", que sí presenta un "retraso endémico" que el Gobierno combatirá con "una gran operación de gestión a corto plazo", mediante la creación de órganos y de plazas, las reformas procesales y la "apuesta a tope por la modernización".