En declaraciones a Servimedia, Barreda explicó que éste es el motivo de que el Partido Popular se desmarque del acto institucional de solidaridad con las víctimas del terrorismo que se celebrará mañana en el Kursaal de San Sebastián, como también han hecho la AVT y Covite.

Recordó que este homenaje obedece a un mandato parlamentario, que estableció la convocatoria anual de un acto de reconocimiento a las víctimas, y el Ejecutivo vasco "ha tardado en poner en práctica", además de hacerlo con "una falta de sinceridad absoluta".

Barreda considera que el modo en el que se ha organizado este homenaje "no responde a la voluntad del Parlamento Vasco", y éste es el motivo de que la principal asociación de víctimas del terrorismo no vaya a participar, como tampoco su partido.

"La actuación del Gobierno vasco lo que hace es confirmar su ambivalencia, pretende estar en misa y repicando", y en una materia como la lucha contra el terrorismo, esta actitud es "irreconciliable con las convicciones democráticas".

Asimismo, subrayó que "no se debe poner a los familiares de presos de ETA en pie de igualdad con los familiares de asesinados por la banda terrorista, eso no es admisible en un Estado democrático".

"No se puede dar una de cal y otra de arena, homenajear a un guardia civil asesinado y después denunciar torturas inexistentes o que, en todo caso, son investigadas y depuradas", recalcó, lo que demuestra que el Estado de derecho funciona correctamente.

ACUSACIONES "GRATUITAS"

El portavoz popular en la Cámara vasca lamentó que el PNV accediera a debatir la moción presentada por Aralar y le prestara su apoyo, a pesar de que se había pedido su retirada o, al menos, su aplazamiento tras el atentado del pasado miércoles.

El partido de Ibarretxe "profundiza así en la línea que le separa de la defensa de los valores democráticos, de las libertades, confundiendo el grano con la paja", lamentó, y sustentando acusaciones "fraudulentas y gratuitas".

Barreda criticó que el PNV asuma la tesis de la izquierda "abertzale" sobre las torturas consentidas por el Estado, cuando es conocida la estrategia de los terroristas de denunciar "sistemáticamente" agresiones.

Insistió en que las denuncias de torturas son siempre investigadas y la justicia depura las responsabilidades oportunas, lo que demuestra que "el Estado de derecho funciona".

Con todo, Barreda concluyó que el Gobierno vasco demuestra cómo, "lejos de perseguir a ETA y desenmascarar a quienes apoyan el terrorismo, no tiene inconveniente en sustentar sus estrategias".