Así se pronunció en el XVI Congreso del Club Abierto de Editores (Clabe), que preside el periodista Arsenio Escolar y en donde también reclamó a los editores que apuesten por los periodistas, ya que “sin condiciones dignas de trabajo no podrán elaborar la información de calidad por la que valga la pena pagar”.

Rodríguez explicó que buena parte de las normas éticas y deontológicas del periodismo han saltado por los aires a causa de una acumulación de circunstancias: la crisis económica que ha llevado a las redacciones la precariedad, enemiga de la información veraz; la exigencia de la velocidad y la inmediatez; la obsesión por los clics, que ha fomentado el recurso a los titulares cebo; y el trincherismo ideológico, “el partidismo exacerbado que daña la credibilidad de la profesión y contribuye a la polarización de la sociedad”.

“Constatamos, igualmente, un aumento de los intentos de limitar el libre ejercicio del periodismo”, remarcó el presidente de la FAPE, quien denunció cómo a las ruedas de prensa sin preguntas se han sumado los vetos a profesionales y medios para acceder a los actos informativos, los señalamientos a periodistas, los intentos judiciales de quebrar el secreto profesional, y la pretensión de decidir qué pueden preguntar o no los redactores.

Rodríguez comenzó su intervención con un reconocimiento expreso al trabajo que están desarrollando los enviados especiales españoles en Ucrania, “algunos de ellos bajo condiciones precarias sin la protección adecuada, sin seguros de vida, con remuneraciones humillantes, lo que debería hacer reflexionar a algunos responsables de los medios sobre el valor que dan a nuestra profesión”.

Así mismo, alertó sobre los asesinatos de periodistas en México, que suman ya nueve en lo que va de 2022.