Así lo sostuvo Christian Lesaec Catalá, durante su comparecencia en la segunda sesión de la Comisión de Investigación sobre la gestión de la crisis derivada de la dana que tuvo lugar el 29 de octubre de 2024, así como para el estudio y propuesta de medidas de mejora destinadas a paliar los efectos de estos fenómenos adversos en el futuro.

Lessaec profesor de francés, explicó que es el presidente de la Asociación Damnificados Dana Horta Sud, que agrupa a 630 asociados, entre los que hay 12 familiares de seis personas fallecidas, pero también cuentan entre sus asociados a todo tipo de damnificados.

Afirmó que les han surgido una serie de dudas a lo largo de este año, en primer lugar sobre lo sucedido antes del día 29 de octubre de 2024. El Barranco del Poyo, señaló, data de 1995, pero tras numerosas idas y venidas, finalmente en el 2024 la Generalitat Valenciana solicitó a la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) un nuevo estudio de integración paisajística del barranco. Y todo ello, consideró, les deja una sensación de que “todo esto es un poco un cachondeo”.

“Estamos en noviembre y aún podríamos volver a enfrentar una dana, y necesitamos que esos desagües que son los barrancos y los ríos estén en las mejores condiciones posibles”, subrayó.

Por lo tanto, lo primero que trasladó es que “no volvamos a tener otros 30 años esperando a ver si somos capaces de ponernos de acuerdo para arreglar esos barrancos”.

De otra parte, lanzó la pregunta sobre para qué sirve la Confederación Hidrográfica del Júcar, y aseveró que seguirá defiendo su papel, y abogó por “convencer a la gente de que esos organismos tienen su sentido”.

De manera particular, señaló cómo el 23 de noviembre de 2023, el gobierno valenciano con el presidente Carlos Mazón a la cabeza “decidió la derogación de la UVE, la Unidad Valenciana de Emergencias, “para ahorrarse, según la memoria que se presentó, 38 millones de euros”.

Y a este respecto se preguntó si ese recorte “ha valido la pena”, visto “cuánto ha costado y cuánto va a costar la reparación de todos los daños que nos ha causado esta riada”.

La Unidad de Emergencias Valenciana “seguro que algo de ayuda nos habría dado”, ya que, aseguró, “la sensación que tuvimos todos los valencianos y valencianas fue de estar totalmente abandonados el día 30, el día 31, el día 1, el 2, el 3”.

Unos días, lamentó, en los que “todos estábamos esperando que las diferentes autoridades, ya sea la Administración Autonómica o la Central, enviarán todos los refuerzos posibles”, porque estaban “totalmente desolados, llenos de barro hasta las trancas y no éramos capaces de hacer absolutamente nada”.

UN ALERTA TARDÍA

Sobre el día de la tragedia, detalló que la primera llamada solicitando auxilio que tienen registrada fue a las 6.30 de la mañana, y por lo tanto, “el Cecopi debía de haberse puesto a funcionar desde el principio, desde la mañana, aunque fuera para hacer un seguimiento”.

Así que, dijo, “evidentemente, el gobierno valenciano en este caso llegó tarde, llegó tarde hiciera lo que hiciera”.

“Hay que pensar en algún sistema, algún protocolo para que estas cosas se tomen yo diría mucho más en serio”, pidió.

Porque, apuntó, a pesar de todo, fue a las 17.00 horas fue cuando el agua llegó a Paiporta, que es el primer pueblo de la Horta Sud, y no fue hasta las 19.40 “cuando golpeó de lleno las poblaciones de Benetúser, Catarroja, Alfafar, Sedaví, que es donde se produjeron la mayoría de los fallecidos”.

“Si a las 17.00 desde el Cecopi se nos hubiera avisado, hasta las 19.00 aún teníamos dos horas en las que en la mayoría de esas poblaciones podríamos habernos puesto a salvo. Y seguramente un buen número de vidas se habrían salvado”, reflexionó.

Asimismo, rememoró el colapso del 112 en el día posterior a la dana, y se preguntó cómo se podría hacer “para que nunca colapsen o si hace falta tener la asistencia de los otros 112 de las otras comunidades”, para evitar que ocurra.

Las noches siguientes, dijo, “nuestras poblaciones sufrieron saqueos, enfrentamientos y oscuridad, pero no había ni un solo policía, ni un bombero, o miembros del Ejército”.

Si por protocolo, la Horta Sud corresponde a la Guardia Civil dijo, y por ello es el protocolo el que impide a la Policía Nacional intervenir, sugirió que en una situación como la de la dana se pudieran “saltar esos protocolos para que en algún momento dado la Policía Nacional pudiera intervenir en demarcación de la Guardia Civil o al revés”. “Al final son policías, nosotros necesitábamos ayuda esos días”, recalcó.

Para Lessaec “las primeras 72 horas son cruciales”, y a este respecto señalo que el día 30 de octubre, “había 1,200 efectivos de la UME desplazados”, y estarían concentrados en el sector 3 de la zona de emergencia. En diciembre había 8.000 militares desplegados y de ellos 2.300 militares de la UME. “Yo me pregunto de dónde llegaban esos militares, porque tardaron un mes en llegar”, denunció.

En su opinión, es evidente que se trató de “uno de los problemas que estamos viendo constantemente y es la no coordinación entre el Gobierno central y el Gobierno autonómico”.

FALTA DE AYUDA

Y sobre esto, recordó que el 31 de octubre el presidente Pedro Sánchez hizo una declaración desde el Cecopi donde aseguró “que pondría todos los medios necesarios para combatir los efectos en las áreas damnificadas”. “¿Dónde quedó eso? Al final esa promesa de colaboración que creo que era sincera ¿En qué quedó?”, se preguntó.

Además, señaló que Carlos Mazón “dice que se consideró ingenuo esperando la ayuda del señor Sánchez”.

“La verdad es que nosotros no lo sabemos, no sabemos si el señor Sánchez hizo esa promesa, pero no era verdad”, aseveró, y añadió que tampoco saben “si el señor Mazón esperó o no quiso esperar, pero al final volvemos a encontrarnos con el mismo problema: Entre unos y otros la ayuda no llegó”.

Por otro lado, sostuvo que habría que haber declarado el Nivel 3 de emergencia, ya que era “necesario coordinar medios y recursos de diferentes administraciones públicas para garantizar una respuesta eficaz”.

Se preguntó la razón por la que el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, no declaró la alerta de nivel tres, pero en cualquier caso abogó por trabajar para que “tengamos un protocolo mucho más rodado y que la alerta tres se declare en estos casos más rápidamente”.

Lamentó por ello que haya que tener la sensación de que a los responsables autonómicos y estatales les cuesta levantar el teléfono y ponerse de acuerdo para que los medios lleguen.

" Porque les digo, en Valencia el cabreo es monumental y va sobre todo contra el señor Mazón y contra el señor Sánchez”.

Al final, lamentó, que lo que ha ocurrido es que padecieron “la peor catástrofe en décadas en la comunidad valenciana con una responsable de emergencias que es la señora Salomé Pradas que se ha declarado incompetente en sede judicial”.

Una catástrofe, agregó, “con un presidente desaparecidos y a nuestro modo de ver una serie de administraciones incapaces de ponerse de acuerdo, para actuar con la urgencia y contundencia necesaria”.

“Yo casi pediría una especie de pacto de Estado con miras a tomar nota de todo lo acontecido”, defendió. Un pacto “independiente de partidos, olvidémonos de nuestras siglas y pensemos en las personas a las que estemos representando”, apostilló.