Según informó hoy la Delegación del Gobierno en Cantabria, la zona más amenazada de esta comunidad es San Vicente de la Barquera en donde se ha instalado otra barrera y se trabaja en la colocación de otras.

No obstante, la Delegación del Gobierno advierte de que el oleaje y las corrientes de las desembocaduras de las rías pueden hacer inviable la colocación y fijación de algunas barreras o reducir significativamente su eficacia.

En Santoña se está preparando una barrera de 900 metrs de longitud para cerrar la entrada a la bahía y proteger la reserva natural de las marismas.

Unos 720 operarios de COORCOPAR y la empresa pública TRAGSA, cuadrillas de los ayuntamientos costeros y voluntarios de Protección Civil, están preparados para desplazarse a los puntos del litoral en los que el dispositivo de vigilancia detecta presencia de residuos. En reserva están los más de 200 soldados profesionales alumnos del Patronato Militar Virgen del Puerto de Santoña.

AYUDA INTERNACIONAL

Unbarco danés continúa trabajando en alta mar frente a las costas de Cantabria succionando las manchas flotantes con el apoyo de un remolcador. Su trabajo se ve cada vez más dificultado por el hecho de que las manchas se están fragmentando y haciendo cada vez más pequeñas.

Otros dos buques franceses están prevenidos para intervenir y se espera su llegada a Santander en las próximos horas.

Asimismo, a Cantabria se han desplazado diez barcos "Pelícano" de 11 metros de eslora, que se dedicarán a la lipieza, en su caso, de los residuos que pudieran entrar en los estuarios. También se dispone de dos barcos de más de 20 metros de eslora capaces de recoger vertidos también en aguas exteriores.