El proyecto, llevado a cabo por el Consejo General de Trabajadores Sociales, consiste en mejorar la calidad de vida de los excluidos, facilitando la asistencia social e iniciando tratamientos psiquiátricos, contra la drogodependencia y el alcoholismo, entre otros.

Para ello, se han puesto en marcha en España centros de atención primaria, centros de emergencia para asistencia económica y viviendas para promover la vida independiente y la itegración en la sociedad.

Otras facilidades promovidas por el Consejo General ayudan a la normalización de las relaciones de los afectados con sus familiares y la comunidad donde viven y a la solución de problemas con la justicia. Además, les permiten el acceso a programas de formación y reorientación laboral, con el objetivo final de reinsertarles en el mundo del trabajo.

La Federación Internacional de Trabajadores Sociales considera excluído social a niños y jóvenes, familias que viven en la poreza, ancianos, desempleados, inmigrantes y refugiados, minorías étnicas, drogodependientes, alcohólicos, mujeres y discapacitados físicos y psíquicos.