El presidente de la APCE, Guillermo Chicote, subrayó en un encuentro con periodistas que el sector se opone frontalmente a esta ley porque "produce una serie de efectos del todo opuestos al fin que dice perseguir".

Según esta organización, que agrupa al 80% del sector en volumen de construcción, si esta ley prospera, los promotores "levantarán el pie del acelerador", lo que se traducirá en "una menor actividad", con el consiguiente "descenso de la oferta de vivienda y del nivel de empleo".

El presidente de la Asociación de Promotores señaló que si, en este contexto, la demanda se mantiene -"y hay razones para pensar que sí"-, el descenso de la oferta provocará un aumento del precio.

Asimismo, apuntó que los préstamos para la promoción de nuevas viviendas se endurecerán puesto que, en su opinión, el valor del suelo como garantía hipotecaria sufrirá una incertidumbre inicial, al menos en cuento al cumplimiento de plazos, que podría influir en su valor final, haciéndole perder hasta el 50%.

Apce también cuestionó la reserva del 25% para vivienda protegida al considerar que "el camino para lograr ese objetivo no es el de la obligación, sino el del estímulo".