Así lo puso de manifiesto el doctor Luis Madero, jefe de servicio de Oncología Infantil del Hospital Niño Jesús de Madrid y presidente del Consejo Asesor del grupo educativo metrodora, coincidiendo con el Día Internacional del Cáncer Infantil, que se celebra este jueves. Un 60% de los supervivientes de cáncer pediátrico podrían tener secuelas, según especialistas en Oncología Pediátrica. Por ello, el doctor Luis Madero aboga por la utilización de la protonterapia para el tratamiento del cáncer en niños y adolescentes: “Para que un niño se cure bien, necesita utilizar procedimientos que tengan las menores secuelas, y en ese sentido la protonterapia tiene muchísimos menos efectos secundarios que la terapia de fotones convencional”.

Aunque el porcentaje de curación sea elevado, Madero destacó que “a los niños hay que curarlos bien porque van a vivir después muchos años y tienen que poder hacerlo con la mejor calidad de vida. Los médicos tenemos que utilizar procedimientos que tengan la mayor seguridad para que proporcionen las menores secuelas posibles”.

También reivindicó “la atención integral” del niño con cáncer. “Debemos poner el foco en realizar una atención integral humanizada del niño, que no solamente consista en aplicar la mejor radioterapia, quimioterapia o cirugía, sino también en trabajar el aspecto biopsicosocial del paciente, como es el juego, la educación o el deporte”.

Por ello, recalcó que “el cáncer infantil es una enfermedad familiar: cuando un niño enferma, enferma toda la familia porque el padre o la madre dejan de trabajar o los hermanos quedan afectados por las diferencias biopsicológicas que se producen en unos hermanos respecto a los otros”. En este aspecto, el doctor señaló uno de los mayores logros en los últimos años: la excedencia laboral a la que hoy en día pueden optar todos los padres para el cuidado de los niños con cáncer.

Por otra parte, por cada 200 adultos con cáncer hay un cáncer pediátrico y esta diferencia de incidencia implica, según este experto “que la investigación no sea equiparable en ambos segmentos”. En España la incidencia del cáncer infantil se mantiene estable en torno a los 1.200 casos, en niños de 0 a 14 años, además de otros 400 casos, en jóvenes de 14 a 18 años y curan más del 80% de los pacientes con patologías oncológicas pediátricas.