El Banco Bilbao Vizcaya se ha quedado, por un precio simbólico, con los activos morosos que constituían el balance de la entidad presidida por Javier García Egocheaga. El que fuera vicelehendakari del Gobierno vasco y posteriormente banquero, seguirá siendo el principal accionista de la Sociedad Anómina en que se convertirá el BISF.

Dicha sociedad contará con un apital de 253 millones de pesetas. Esto es todo lo que queda del que fuera capital social del BISF, que se elevaba en el momento de ser intervenido por el Banco de España a 5.280 millones de pesetas.

De esta cantidad, la autoridad monetaria, así como los auditores, concluyeron que 5.000 millones constituían el agujero que se había generado, entre pérdidas y provisiones.

Por tanto, lo que queda es un crédito fiscal que poseerá la nueva sociedad por un valor de 5.000 millones de pesetas, lo que impica una desgravación fiscal automática para el posible comprador del 35% de dicha cantidad.

Según ha podido saber Servimedia en fuentes próximas a García Egocheaga, este crédito fiscal presenta una posibilidad de venta de la Sociedad Anónima que saldrá de la próxima junta de liquidación del próximo mes de marzo.