Según indicó este lunes la federación, la iniciativa tuvo como objetivo principal “aumentar la visibilidad de la donación de órganos en general” y, de forma específica, en “el ámbito de la enfermedad renal crónica”, así como “promover la inclusión social de las personas trasplantadas” y de quienes se encuentran en tratamiento renal sustitutivo.

El proyecto se ha ejecutado a través de la Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica (Cocemfe) y ha contado con financiación procedente de las subvenciones destinadas a actividades de interés general consideradas de interés social, con cargo a la asignación del 0,7% del IRPF y del Impuesto sobre Sociedades, gestionadas por el Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030.

Cocemfe ha sido la entidad responsable de la gestión de estas ayudas, ofreciendo asesoramiento técnico y realizando un “seguimiento continuado del desarrollo del proyecto”, que se enmarca en su Programa de comunicación inclusiva, incidencia social y derechos humanos de las personas con discapacidad física y orgánica.

Desde Alcer destacaron que esta campaña ha permitido “reforzar la sensibilización social” sobre la importancia de la donación de órganos y “mejorar el reconocimiento y la inclusión de las personas trasplantadas”, contribuyendo así a “una mayor conciencia colectiva en torno a la enfermedad renal crónica”.