El borrador inicial de este texto hacía varias menciones expresas a la reforma del Estatuto de Autonomía de Cataluña que después se matizaron antes de llegar al Consejo Territorial. Además, el texto finalmente aprobado incorpora varias modificaciones introducidas por elpresidente de Castilla-La Mancha, José Bono.

El presidente castellano-manchego, según fuentes cercanas, alertó en la reunión de que la igualdad de los ciudadanos debe primar sobre la autonomía, y advirtió también de que el PSOE debe definirse claramente como un partido no nacionalista, defensor de que eso no significa necesariamente ser "nacionalista español". Reiteró además que España "no está en obras", y que la reforma de la Constitución debe limitarse al capítulo del Senado.

De hecho, el text aprobado dice claramente que la prioridad de los socialistas debe ser "la defensa activa de la igualdad de los ciudadanos en el disfrute de sus derechos", y añade que "no hay en ello sombra de incompatibilidad con el principio autonómico".

Sentencia también el texto que los socialistas "no somos nacionalistas". "Nunca hemos hecho ni haremos de tan esencial cuestión bandería de partido, ni objeto de doble juego, ni de doble rasero. Nuestra oposición frontal a todo segregacionismo o seudo-soberanismo, a venga de PNV o de CiU, lo es por razón de principios y no de interés partidario, coyuntural, propagandístico".

MARAGALL Y "OTRO SEÑOR"

No obstante, tanto Maragall como Bono se mostraron satisfechos con el texto finalmente aprobado, que no hace mención expresa a ninguna reforma estatutaria pero abre las puertas a ello. De hecho, Maragall explicó a los medios de comunicación que los socialistas contemplan modificaciones a los textos de cuatro comunidades.

Según explicó, serían Cataluña, Andaluca, Valencia, y otra más, que no fue capaz de asegurar a los medios de comunicación. Pese a que el Consejo Territorial está compuesto por apenas veinte dirigentes del PSOE (presidentes autonómicos y secretarios generales de federaciones), además de algunos de la Ejecutiva, Maragall habló de que "otro señor también apuesta por ello", en referencia a un compañero del que no dio el nombre.

También se incorporó al texto una referencia a la necesidad de abordar correctamente desde un Senado reformado la gesión del principio de subsidiariedad, "tema clave en un sistema de reparto de competencias de la Unión (Europea) no basado en un catálogo rígido y todavía más importante para estados autonómicos como España".

"ESPAÑA PLURAL, PERO ESPAÑA"

Al explicar públicamente el contenido de la reunión, Rodríguez Zapatero combinó continuamente estas dos ideas, el respeto y desarrollo de la pluralidad de cada territorio pero también la garantía de igualdad de todos los ciudadanos.

Resaltó que el PSOE ha tenidosiempre "coherencia histórica" y ha sido "parte decisiva" en la redacción y aprobación de la Constitución, y después en el desarrollo de ese texto para garantizar el respeto a la diversidad de cada territorio pero también el bienestar de todos los ciudadanos por igual, independientemente del lugar en el que nazcan o residan.

Las propuestas, aseguró, son necesarias, precisamente para que ninguno de esos territorios se quede atrás en el desarrollo y en la garantía de que sus ciudadanos tienen las mismasoportunidades que los demás, son necesarias para "mejorar el funcionamiento del Estado".

Esas reformas se concretan en una modificación del Senado para que sea una auténtica Cámara de representación territorial y un foro de diálogo y cooperación entre los presidentes de las comunidades autónomas y de estos con el jefe del Gobierno central, que se verían también en una conferencia anual. Además, se contaría con las comunidades al definir políticas que les afectan directamente, como la Justicia, la seguidad o la inmigración.

Los socialistas, "orgullosos" de su papel hasta ahora y de los logros del Estado autonómico, explicó Rodríguez Zapatero, quieren ahora ser también protagonistas de los cambios que contribuyan a mejorar la España a la que el PSOE "sirve desde nuestra fundación".

Rodríguez Zapatero definió esa España como "viva y moderna", y dijo de ella que no debe "temer a los cambios ni a las reformas", y que debe ser consciente de que siempre ha avanzado más con reformas dialogadas que co el inmovilismo, con la confrontación o con la crispación. No le ha venido bien, añadió, "que cualquier fuerza política se atribuya algo que es de todos, la Constitución".

A esa España le vendrá bien, por tanto, "un cambio en esa actitud, años de innovación y de hacer que el Estado funcione mejor, sin temores y con convencimiento de que con diálogo se puede ganar el reto de la modernidad", emprendido por un partido que desea "una España plural, pero España", sentenció.

Este modelo de Estado, segú explicó Zapatero, será el que el PSOE ofrecerá a los ciudadanos en las elecciones generales de la próxima primavera y también en las confrontaciones autonómicas que se acercan, comenzando por las citas en Madrid y en Cataluña.