Así lo señala el escrito a la Fiscalía el que el PSOE responde a la declaración de Santiago Abascal en una entrevista al diario argentino ‘Clarín’, durante la que manifestó que “habrá un momento dado que el pueblo querrá colgarlo de los pies”, en alusión a Pedro Sánchez.

Para el PSOE, "se cumplen los requisitos para considerar que la conducta es merecedora de reproche penal por vulnerar el derecho al honor conforme a los delitos de injurias y calumnias, siendo el sujeto pasivo el presidente y el Gobierno de la Nación" porque "la conducta, además de lesionar el honor de los miembros del Gobierno, que goza de protección reforzada, lesionando el prestigio de esta institución, como tal, frente a los ciudadanos, que han sido quien a través de su elección democrática y las normas que lo regulan quien han colocado a sus componentes al frente del mismo, superando con ello todo límite de la crítica política, y como decía el Tribunal Constitucional actuando en contra del “deber de solidaridad política”.

Añade el Partido Socialista que “aunque la libertad ideológica y la libertad de expresión protegen la libre expresión de las ideas, incluso rechazables y molestas para algunas personas, en ningún caso tales libertades pueden dar cobertura al menosprecio y el insulto contra personas o grupos, o la generación de sentimientos de hostilidad contra ellos, constituyendo por ello, delitos de odio”.

Porque consideran que "las expresiones utilizadas en la entrevista" y en los tuits "suponen una agresión ilegítima al honor del presidente del Gobierno, y el Gobierno al que representa como máxima autoridad de este, y del PSOE, al confluir en este el cargo de Secretario General y ser su máximo representante en las instituciones, cuando a este y, por extensión a estos, se les atribuye tener un carácter golpista y dictatorial".

De hecho, añaden que "estas calificaciones y acusaciones, graves, realizadas con publicidad, atentan contra la buena reputación de presidente y su Gobierno frente a los ciudadanos, individualmente y colectivamente, así como institución, provocando objetivamente su descrédito, que no pueden ampararse en la libertad de expresión". Estas calificaciones son por un lado “insultos” absolutamente innecesarios para la crítica que se pretende transmitir

Por ello, el PSOE señala que "aunque la libertad de expresión tenga un ámbito de acción muy amplio, amparando incluso la crítica más molesta, hiriente o desabrida, en su comunicación o exteriorización no es posible sobrepasar la intención crítica pretendida dándole un matiz injurioso, denigrante o desproporcionado, pues de ser así, debe prevalecer la protección del derecho al honor".

Para este partido, “la imagen del dictador ‘colgado por los pies por el pueblo’ es la referencia expresa a lo ocurrido con el cuerpo de Benito Mussolini el 28 de abril de 1945, que después de ser fusilado, su cuerpo fue llevado a Milán y abandonado en una plaza para que una muchedumbre enfurecida le insultase y maltratase físicamente, colgándolo después boca abajo de una viga de metal”.

De manera que, a su juicio, “la expresión utilizada 'habrá un momento dado que el pueblo querrá colgarlo de los pies', a mayor abundamiento tiene una gravedad aún mayor, pues no sólo se limita a identificar al Presidente, democráticamente elegido, con un dictador, sino que viene a justificar mediante el símil a que como ocurrió con Benito Mussolini llegue un momento en el que el pueblo quiera utilizar la violencia contra el mismo.

En su denuncia, el PSOE señala que estas "declaraciones" de Abascal "se enmarcan simultáneamente junto a una serie de acciones judiciales" de la formación de Abascal contra el presidente del Gobierno y su nombramiento que, recuerda el PSOE, resultaron "infructuosas, desmintiendo todas su retahíla de injurias y calumnias vertidas".

También enmarca las palabras denunciadas de Abascal en el "contexto temporal en el que se han producido" porque, recuerdan desde el PSOE, durante el mes de noviembre se han dado "concentraciones ante la sede del PSOE en la Calle Ferraz, que han terminado en numerosas ocasiones de forma violenta con detenidos por desórdenes públicos, y atentados y lesiones a las fuerzas y cuerpos de seguridad, coincidiendo con una ola de ataques vandálicos a sedes del PSOE por toda España, como es público y notorio". Unas "concentraciones que no han sido ajenas a Abascal" porque "personalmente ha asistido, junto con otros dirigentes de su formación política" a las mismas.