Simancas afirmó en un comunicado que el descenso de 1,4 millones de espectadores en salas sufrido por el cine español en 2008 "han de llevar a una reflexión conjunta de los poderes públicos y del mundo del cine en nuestro país", porque "ya no se trata sólo de la competencia desigual y brutal de las superproducciones americanas", sino que, a su juicio, "el gran enemigo hoy es la piratería".

Simancas defiende que la industria del cine español "no merece reproche alguno" y considera que "las cifras no reflejan un rechazo el espectador por el cine español", sino que los "problemas que atraviesa el cine en España, como el resto del cine europeo y como las industrias culturales en general", están provocados, fundamentalmente, por la piratería" y por el cambio de hábitos de consumo de los ciudadanos que "prefieren ver el cine en casa".

El portavoz socialista defendió la política del Gobierno de "reforzamiento de las ayudas públicas, con la ley que obliga a las televisiones a financiar nuestras películas y con el plan de apoyo económico a las industrias culturales".