En una rueda de prensa en el Congreso, Garrido recalcó que el informe del Gobierno británico sobre las consecuencias del cambio climático en la economía supone un "salto cualitativo", porque por primera vez se reconoce desde el Ejecutivo de un país importante que se trata de una "amenaza importante".

Alertó de que para España, en los próximos cincuenta años, "siendo optimista", "el primer límite al desarrollo que tenemos va a ser el cambio climático", por lo que debe estar presente no sólo en las agendas medioambientales, sino también en las económicas y las sociales.

En esta situación, pidió la constitución de una subcomisión o subgrupo en el Congreso para hacer un seguimiento de las repercusiones del cambio climático, a fin de "tener un debate permanente en la Cámara y acabar con la anomalía de ser el único Parlamento que no la tiene".

En segundo lugar, reclamó una ley que luche contra el cambio climático. "No vale una estrategia, no vale un plan", dijo, que suele quedarse en una mera "declaración de intenciones", sino que hay que establecer un marco de compromisos políticos y sociales.