"Lo más ilustrativo del Congreso es que la mayoría ha sido generosa, reconociendo la presencia significativa de la minoría en los órganos de dirección. Este sistema de reconocer la pluralidad ha de evitar el mantenimiento de una imágen pública de división porque, si después de este esfuerzo de integración resultara que los socialistas proyectan otra vez una imagen de división, el esfuerzo no habrá merecido la pena".

Pese a ello, en opinión del secretaio general del PSN-PSOE, la principal cuestión abordada los pasados días fue el debate ideológico y el de las propuestas que interesan a la sociedad española.

Urralburu lamentó que el debate ideológico no haya tenido trascendencia en los medios de comunicación, "más interesados en conocer los entresijos de las luchas por el poder".

Para Gabriel Urralburu, este último Congreso ha sido, después del que debatió el abandono del marxismo, el más importante porque "ha intentado buscar respuestas a los roblemas de la sociedad actual".

Así, los ejes del debate han sido, según el secretario general del PSN-PSOE, en el plano económico revisar los esquemas sobre la política de empleo; en el social, definir un nuevo compromiso sobre el estado del bienestar; y en el político, "reconocer que la democracia está viciada y que hay que hacer un esfuerzo de transparencia".

Por último, Urralburu se mostró satisfecho por el papel jugado por la delegación navarra en este Congreso, formado por siete personas, ado que han conseguido que una mujer, Blanca García Manzanares, esté en la nueva Ejecutiva.