El citado portavoz indicó que los jóvenes eran todavía civiles cuando se produjo el incidente, por lo que "no podemos actuar por las vías militares como si estuvieran ya incorporados a filas".

Fuentes del Gobierno Militar de Zaragza confirmaron que no se han producido aún detenciones ni se ha sancionado a los autores de los actos vandálicos, aunque insistieron en que colaborarán con el juez "en lo que precise".

Por su parte, representantes de Renfe presentaron esta mañana en el puesto de la Guardia Civil de Sariñena (Huesca), donde el tren fue interceptado después de que algunos jóvenes activaran el freno de emergencia, una denuncia contra los 1.200 futuros reclutas que viajaban en el convoy.

Fuentes de la compañía ferrovaria estatal indicaron a Servimedia que la denuncia va dirigida contra todos los jóvenes, "mientras no se identifique a los autores materiales de los hechos". Renfe les acusa de "alboroto y escándalo público, con robo y deterioro de material en doce coches de viajeros del tren".

Los destrozos, evaluados por los técnicos de la empresa ferroviaria en 5,1 millones de pesetas, afectaron a ventanillas, extintores, escalerillas, papeleras, literas y puertas.

Además, algunos reclutas sustrajeron cortina y ropa de cama de las literas del convoy, tipo "Expreso", fletado por el Ministerio de Defensa para trasladar a los 1.200 jóvenes a Zaragoza para su incorporación al servicio militar.

Los responsables del Gabinete Jurídico de Renfe consideran que el Ministerio de Defensa es responsable civil subsidiario de los hechos, aunque los autores no estuvieran aún incorporados a filas.