Según informaron fuentes de Renfe, los ingresos totales de la compañía ascendieron a 210.956 millones de pesetas, un 8,6 por cien más, incluídas las subvenciones de 128.000 millones de pesetas portadas por el Estado, 18.000 más que el año pasado.

De las transferencias estatales a las cuentas de Renfe en el primer semestre, 49.502 millones corresponden a compensaciones por pagos adelantados en obras de infraestructuras, 56.000 para la cobertura de deudas y déficits, y 22.000 por tráficos de cercanías y trenes regionales, los únicos que el Gobierno sigue considerando de interés público.

En el capítulo de gastos, renfe desembolsó un total de 242.801 millones de pesetas, un 4,4 por cien má, debido fundamentalmente al incremento de los intereses, que sumaron 54.405 millones, unos 14.700 más que en el mismo periodo del año pasado.

Las amortizaciones de capital realizadas por la empresa fueron de 36.316 millones de pesetas, un 19,8 por cien más, y los gastos de personal cayeron un 6,3 por cien y se situaron en 88.608 millones de pesetas. Los pagos por consumo de energía también se redujeron 17,9 por cien y los servicios descendieron un 3,5 por cien.

Los responsables de la compañía siuen catalogando la línea del AVE como la más rentable de todos los servicios realizados por Renfe, ya que la empresa ingresa 12,3 pesetas por cada viajero del tren de alta velocidad y kilómetro, frente a las 6,8 que le reportan los trenes de largo recorrido.

El buen comportamiento del AVE tiene su origen en la reducción de algunas tarifas de la alta velocidad, puesto el número de viajeros que usaron la línea fue superior en 145.000 personas a la cifra prevista (1,4 millones), pero los ingresos del semstre (7.964 millones de pesetas) fueron inferiores en un millón a lo previsto.

Por su parte, las operaciones inmobiliarias realizadas por Renfe en el mismo periodo reportaron a la compañía unos ingresos próximos a los 10.000 millones de pesetas.

Las cercanías transportaron entre enero y junio un total de 163,5 millones de viajeros, un 2,1 por cien menos que en el primer semestre de 1992.