Así lo sostuvo durante su réplica en la Cámara Alta a la interpelación defendida por el senador del PP Fernando Martínez-Maíllo para conocer “de quién depende la seguridad de los teléfonos móviles del presidente del Gobierno y del resto de miembros del Consejo de Ministros”.

Martínez-Maíllo declaró que su intención era “aclarar algunos puntos del famoso espionaje con ‘software’ de Pegasus”, algo sobre lo que, añadió, el Gobierno y la ministra de Defensa “no han dado mucha transparencia porque no han dado contestación a muchas de las preguntas que los medios de comunicación y la sociedad española les ha ido planteando”.

El senador del PP calificó como “un cúmulo de despropósitos, de improvisaciones, de muestras de debilidad y de erosión de nuestras instituciones”, la actuación del Ejecutivo “desde el día 18 de abril, cuando se publica el espionaje a los líderes independentistas y a su entorno” hasta el día 10 de mayo “en que usted destituyó a la directora del CNI”, espetó a Robles.

A continuación, tras reconocer que “el famoso espionaje a los 18 líderes independentistas es verdad que se hizo conforme a ley”, dichas intervenciones “se produjeron en octubre del año 2019”, cuando “en aquella época el independentismo lo que estaba haciendo era incendiar las calles”, y añadió que “el presidente del Gobierno claro que conocía estas investigaciones”.

Por ello, argumentó Martínez-Maíllo, el Ejecutivo realizó una “sobreactuación”, y “realmente el temor que ustedes siempre han tenido es perder a sus socios de Gobierno”, y relacionó ese supuesto temor con el hecho de que “Bolaños fue el día 24 de abril a reunirse con la consejera a rendirle pleitesía y a pedirle perdón”.

"Como la contestación no fue positiva, entraron en pánico y decidieron dar a conocer que también se había espiado al presidente del Gobierno y a usted”, con lo que buscaban, señaló el senador del PP, “pasar de ser autores a ser víctimas, dándoles igual si con ello se ponía en cuestión las propias costuras de nuestro sistema”.

En la misma línea, en su intervención, Fernando Martínez-Maíllo señaló que, en la rueda de prensa en la que anunció el relevo al frente del CNI, la ministra “perdió una oportunidad magnífica y es la de haberse enfrentado a Pedro Sánchez y haber presentado usted su dimisión, no porque se lo pidieron sus socios, sino por dignidad y por coherencia”.

Finalmente, el senador del PP afirmó que Robles había defendido a la exdirectora del CNI porque “el verdadero responsable de vigilar el contenido de los móviles del presidente del Gobierno no era otro que la Secretaría General de Presidencia del señor Bolaños”.

PLENA TRANSPARENCIA

La ministra de Defensa respondió a las valoraciones y acusaciones del senador del PP, e ironizó sobre la preocupación por su honestidad y prestigio “que últimamente presenta el Partido Popular”, y añadió que ella ya los cuida, "después de 40 años de servicio público trabajando por los ciudadanos”.

Robles afirmó que “si hay alguien que defiende a los miembros del Centro Nacional de Inteligencia, a las Fuerzas Armadas, a las Fuerzas de Seguridad del Estado, es esta ministra de Defensa, todos los días y a todas las horas”, y preguntó al senador del PP “quién era para hablar de la honestidad o la deshonestidad de nadie”.

La titular de Defensa subrayó la necesidad de “tener conciencia de nuestra vulnerabilidad, la de todos, ante las ciberamenazas”, y añadió que “por eso la estrategia de seguridad nacional aprobada por el Gobierno el pasado 28 de diciembre refleja cómo ha aumentado el uso de las estrategias híbridas”, que persiguen “explotar las vulnerabilidades de todos los Estados y sus instituciones” para “desestabilizar la vida política, social y económica”.

A este respecto, Margarita Robles recordó que 24 horas antes de comenzar la invasión rusa de Ucrania "hubo un ciberataque masivo a trescientas instituciones y organizaciones del país”, de modo que, subrayó, “es una vulnerabilidad que está ahí y que todos tenemos que asumir”.

La ministra dijo a Martínez-Maíllo que la interpelación partía de la denuncia ante la autoridad judicial por parte del Gobierno “en un ejercicio de plena transparencia”, tras la detección de que “los terminales móviles del presidente y de algunos ministros habían sido infectados”.

Robles aseveró que “no es de primero de Derecho, sino de primero de ciudadanía”, que cuando alguien tiene conocimiento de un hecho delictivo “tiene la obligación de denunciarlo”, y contrapuso la acción del Ejecutivo con la del Gobierno del PP. “Ustedes no denunciaban, ustedes hacían que desaparecieran determinados instrumentos”.

Y pidió dirigiéndose a la bancada del PP “que no se rasguen las vestiduras”, ya que, en su opinión, a los dirigentes del principal partido de la oposición “no les gustan los jueces, no acuden a los jueces”, mientras que el Gobierno “no tiene nada que ocultar”.