Romero se refirió así al tercer grado penitenciario concedido por Instituciones Penitenciarias al ex-banquero Mario Conde. "Hay que saber si hay dos varas de medir, si hay privilegios. La gent que roba un jamón en el supermercado o un cassette no tiene tercer grado y la gente que ha hecho lo que ha hecho Mario Conde o lo que han hecho los de Filesa están ante privilegios que hacen que la gente no confíe en el Estado de Derecho y en la Administración de Justicia".

A su juicio, estamos ante una "ley de punto final" en materia de cumplimiento de condenas. Las condenas se dan, las sentencias se producen pero al final "lo que ocurre es que a los 90 días la gente poderosa está en la calle, riéndse de los otros presos y de la opinión pública", sentenció Romero.