Romero señaló que, "si Joaquín Almunia camina por si solo y corta los hilos de la marioneta, entonces estareos ante una nueva dirección socialista que no es teledirigida por Felipe González".

El dirigente de IU se mostró partidario de dar unos días de margen para comprobar si las duras declaraciones de González contra Julio Anguita forman parte de una estrategia pactada con la dirección el PSOE o si es una iniciativa suya. Añadió que, en todo caso, González es un obstáculo para cualquier tentativa de acercamiento entre su formación política y el PSOE.

A su juicio, Felipe González tiene todo el derecho el mundo a realizar las declaraciones que quiera, pero sabiendo que se expone a ser contestado en términos tan duros como los que él emplea en sus acusaciones.

Romero expresó su sospecha de que González, de quien dijo que tiene una posición "muy neoliberal" en muchos temas, "está poniendo palos en las ruedas a la nueva dirección socialista en su diálogo con Izquierda Unida".

Para Romero, el protagonismo de Felipe González puede obedecer a su deseo de no ser considerado como un político retirado, orque eso le perjudicaría ante su "horizonte penal".