“Entiendo que los Consejos de Ministros serán divertidos a partir de ahora”, ironizó Rufián en declaraciones ante los medios desde los pasillos de la Cámara Baja, donde apuntó que la solución al problema de la vivienda, “más allá” de si le puede parecer bien o no “cambiar un nombre u otro”, pasa por que este Gobierno “le meta mano a la vivienda”.

La solución, continuó, pasa por que la vivienda “deje de ser un producto de especulación, que quien quiera hacerse rico que inviertan otra cosa y no en casas” y “eso pasa por subir los impuestos un 30, un 40, un 50% a partir de la segunda vivienda, sobre todo si estamos hablando de algo especulativo”.

Preguntado sobre si cree que con otro perfil de ministro este tipo de política se puede llevar a cabo, Rufián respondió que “con Julio Anguita”, pero “ya no está”.

En otro orden de cosas, preguntado sobre el acuerdo entre PP y Vox para que las estadísticas oficiales diferencien entre nacionales y migrantes en la Comunidad Valenciana, Rufián lo tildó de “una burrada y una barbaridad” y apuntó que responde a “esa especie de base electoral que hay ahora” de mirar a ver “quién es el más malo, en cuanto a mala persona”.

A su juicio, es “una muy mala noticia” que en España “no pueda haber, por una vez, una derecha normal, una derecha que hable de cosas normales y que no se apunte al chunda chunda de Trump y compañía, de Ayuso y compañía, y de Abascal y compañía” para ver “quién es peor gente”. “Me parece que es una muy mala noticia para este país”, añadió.