Así lo anunció en un encuentro con inversores en el que repasó los resultados de la compañía en el pasado ejercicio, en el que Sacyr volvió a beneficios obteniendo 111 millones de euros frente a las pérdidas de 189 millones de euros del año anterior y elevó su cifra de negocio un 25% hasta los 5.852 millones de euros.

Manrique señaló un comportamiento “tan excepcional” ha permitido que “virtualmente” todos los objetivos de la compañía para 2025 se hayan cumplido este año, con tres años de adelanto. La compañía ha superado los 5.500 millones de euros en ingresos, ha logrado un resultado bruto de explotación superior (Ebitda) a los 1.200 millones de euros, concretamente, de 1.502 millones; un margen Ebitda por encima del 22% y un peso de las concesiones en el Ebitda del 88%, superior al 85% del objetivo.

Además, la compañía inició en 2022 un proceso de desinversión que se llevará a cabo en 2023 con la venta de su división de servicios. La compañía anunció la semana pasada que trocearía la venta en dos y desinvertiría hasta el 100% en Valoriza Facilities y el 49%, aunque la cifra podría ser mayor, para Valoriza Servicios Medioambientales. También desinvertirá el 49% de su división de Agua.

Manrique señaló que todas estas transacciones permitirán cumplir también con el último objetivo del plan estratégico, la reducción de la deuda con recurso a cero. A 31 de diciembre de 2022, esta cifra era de 546 millones, 135 millones menos que a cierre del año anterior.

Tras este proceso, la compañía tendrá “una nueva forma”, señaló el presidente de la constructora, asegurando que el nuevo plan se extenderá hasta el año 2027 y previsiblemente revisará la política de dividendos “teniendo en cuenta lo mejor para la compañía”. En 2022, Sacyr ofreció un 4,8% de rentabilidad, 0,2 puntos más que en 2021.

Para el 2023, Manrique indicó que las expectativas “siguen siendo buenas”, pero apuntó que, dada la finalización de varias de las principales obras en este 2022 que han durado entre cuatro y cinco años, “no hay que esperar una subida de ingresos en la construcción”, aunque sí “una mejora en su margen”. De cara este año, indicó también que la compañía logrará sin dificultad la adjudicación de “dos o tres” grandes proyectos.

En cualquier caso, subrayó que de cara al próximo plan estratégico Sacyr pondrá el foco en el beneficio y no en la cifra de negocio del grupo. Además, apuntó que se mantendrá el objetivo de repartir geográficamente los contratos del grupo de manera igualitaria entre Europa, países de habla inglesa y Latinoamérica, con un tercio en cada región.

Respecto al impacto de la inflación, la constructora recuperó 42 millones de euros gracias a los sistemas de revisión de precios establecidos en sus diferentes mercados, aunque no especificó cuánto se obtuvo en España, donde la patronal ha criticado la rigidez y la poca eficacia desde que fuese aprobado tras estallar la guerra en Ucrania.

Por el contrario, los niveles de inflación en países como Italia, Chile y Colombia han llevado a una revalorización de los activos concesionales de la compañía de 220 millones de euros. Por ejemplo, subrayó el impacto que tiene la contribución de la concesión de la autopista Pedemontana-Veneta, construida en el sur de Italia.