Tribunales

Sánchez Galán asegura que nunca ordenó contratara a Villarejo y acusa al jefe de Seguridad de Iberdrola

MADRID
SERVIMEDIA

El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, negó este martes ante el juez instructor del ‘caso Tándem’, Manuel García-Castellón, tener información alguna sobre los pagos que hizo la eléctrica al comisario jubilado José Manuel Villarejo durante más de una década, y aseguró que él nunca “ordenó” el espionaje a políticos, sindicalistas o rivales empresariales.

“Nunca ordené nada”, dijo en su declaración como imputado en esta pieza separada de la macrocausa ‘Tándem’, insistiendo en que nunca se ocupó de la contratación de estos servicios ni de los asuntos relacionados con la seguridad de compañía, un área que era responsabilidad de Antonio Asenjo, también investigado.

Sobre Asenjo descargó toda la responsabilidad de la contratación de la empresa Cenyt, propiedad de Villarejo, y llegó a decir que esos contratos fueron un fraude porque el jefe de Seguridad de Iberdrola los hizo a espaldas de sus superiores.

El presidente de Iberdrola llegó a las 10.30 de la mañana a dependencias de la Audiencia Nacional después de que el juez rechazara la posibilidad de que declarase por videollamada, como había pedido, argumentando que su presencia en sede judicial suponía un riesgo de contagio por covid. Respondió sólo a las preguntas del juez, el fiscal y su abogado.

Sánchez Galán está siendo investigado por los delitos de cohecho activo, falsedad en documento mercantil y contra la intimidad por la contratación de Villarejo entre 2004 y 2017 para realizar diversas operaciones su supusieron desde infiltrase en organizaciones ecologistas o vecinales contrarias a los proyectos de Iberdrola, hasta espiar a empresarios como Florentino Pérez para evitar que entrara en el accionariado de la eléctrica y que es acusación particular en esta causa.

La investigación de esta pieza ha revelado que el comisario jubilado cobró más de un millón de euros en ese decenio, a los que hay que añadir otros 407.000 que cobró a través de la empresa de seguridad Casesa, gracias la confección de facturas falsas.

Entre las personas que fueron espiadas con cargo a Iberdrola, figura el empresario Manuel Pizarro y el citado presidente de ACS, Florentino Pérez. Preguntado por la vigilancia a estas personas, Sánchez Galán dijo no tener conocimiento alguno de esa operación y llegó a afirmar que le parecía deplorable.

Además, Villarejo espió a grupos políticos, vecinales y ecologistas que se oponían a la construcción de una planta de ciclo combinado de la multinacional en Arcos de la Frontera (Cádiz), a los líderes sindicales de la planta nuclear de Cofrentes (Valencia) y a un directivo de Iberdrola del que sospechaban que pasaba información a Florentino Pérez.

Las anotaciones de Villarejo señalan a Galán como uno de los interesados en estas operaciones y deja a Asenjo como intermediario. Su nombre en esos apuntes era ‘señorito’ y en varias grabaciones incautadas por la Policía se refieren a él también como ‘jefe’ o ‘gran jefe’. El presidente de Iberdrola aseguró desconocer esos apodos.

Iberdrola niega la veracidad de los informes internos que admitían la confección de facturas falsas para pagar a Villarejo e insiste en que su presidente está siendo objeto de una “campaña de acoso” para hacerse con el control de la compañía.

(SERVIMEDIA)
18 Ene 2022
SGR/clc