Ampliación

Sánchez hace un llamamiento a la “unidad” ante la “obligación” de parar los pies a Putin y blindar el bienestar social

- “Unidad en España, unidad en Europa y unidad transatlántica”, afirmó.

- Con el Sahara se aprovechó una “ventana de oportunidad” que se abre para resolver un conflicto que, subrayó, tendrá que concitar un “acuerdo entre las partes

- Aseveró que es "impostergable” el compromiso de destinar un 2% del PIB a gasto militar

MADRID
SERVIMEDIA

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, inició este miércoles su comparecencia en el Congreso con una apelación a la unidad ante la “obligación” de parar los pies a Vladímir Putin y blindar el Estado del bienestar.

“Solo unidos, gracias al esfuerzo colectivo, daremos respuesta a los retos colosales que nos acechan y saldremos adelante”, señaló Sánchez en el inicio de su intervención desde la tribuna del Congreso para dar cuenta del último Consejo Europeo, de la situación en Ucrania y del plan de respuesta del Ejecutivo ante las consecuencias económicas derivadas de la guerra.

“Tenemos la obligación, el deber de responder a la guerra protegiendo a Ucrania, parando los pies a Putin y blindando el bienestar de nuestras sociedades a escala global, europea y también nacional”, sostuvo.

En esta reflexión, el presidente compartió la “lección de que, por sí solas, las personas no vamos a ningún lado” porque “únicamente desde la unidad, desde el esfuerzo colectivo, con un Estado del bienestar fuerte que garantice la justicia social y territorial, Europa y España saldrán adelante”.

Tras ensalzar que en el Ejecutivo “tenemos experiencia en gestión de crisis”, por todas las cuestiones que les ha tocado lidiar, recordó que ”decidimos responder con justicia, con determinación y con la mayor unidad posible” tanto en la pandemia como ahora “ante la guerra”.

“Unidad en España, unidad en Europa y unidad transatlántica”, ahondó Sánchez, quién se dirigió a todos los partidos para demandar ese frente común porque “si no es ahora, en este preciso instante, con una pandemia y una guerra en Europa, cuando se ven atacados nuestra salud por un virus y nuestra forma de convivir por un tirano… ¿cuándo entonces?”

Por todo ello, pidió “trasladar un mensaje de rotunda de unidad” en la Cámara Baja en un momento en el que “España hoy crece y crea empleo y nuestra obligación, la del Gobierno y también la del Poder Legislativo, es proteger el crecimiento y la creación de empleo frente al impacto de la guerra de Putin en Ucrania”.

El presidente destacó la "unidad en la respuesta a las consecuencias de la guerra", a nivel europeo, "como hicimos también durante la pandemia". "Tengo el firme convencimiento de que de este embate Europa saldrá reforzada, como también ha salido reforzada de la pandemia".

Ahora bien, a su Ejecutivo le ha tocado gobernar en estos "tiempos difíciles y complejos" donde hay "una emergencia sanitaria excepcional de un gran impacto económico y una guerra injustificada con terribles consecuencias humanas".

En este sentido, el presidente mostró empatía con la situación por cuanto aseguró que "conocemos esos problemas y nos hacemos cargo de ellos", tanto que "los conocemos sector por sector" como "también en su globalidad". "Quisiéramos que no existieran, desearíamos que desaparecieran, que jamás hubieran ocurrido, pero desgraciadamente, la guerra y sus consecuencias no están en la mano de este Gobierno ni ningún otro".

DEFENSA

Así las cosas, resumió, "nadie está protegido de esta guerra" y "no podemos prometer que no se advertirán los efectos de la guerra en nuestra economía y en nuestra vida" y ello ya "lo estamos viendo en la evolución de los precios, en el encarecimiento del coste de la vida".

Porque, dijo, "el órdago que Putin ha lanzado al orden político, económico y social internacional supone una amenaza a la desestabilización global que puede afectar al propio curso de la guerra, pero que también nos puede llevar a imaginar el peor de los escenarios, como una larga posguerra".

Para hacer frente a estas derivadas, el presidente explicó el Plan de Choque a las Consecuencias de la Guerra de Ucrania en el que se ponen en marcha medidas "poderosas que servirán para proteger a los sectores y ciudadanos más afectados" y "para repartir de forma más justa los efectos de la guerra; y para preservar al máximo la senda de crecimiento y creación de empleo que ya habíamos iniciado hace meses".

Además de la cuestión económica, Sánchez repasó el acuerdo del pasado Consejo Europeo en el que se reconoció a España y Portugal como una "isla energética". Ahora, recordó, en las próximas semanas, se pondrán en marcha medidas "temporales y excepcionales" -una vez que la Comisión Europea apruebe la propuesta de España- para reducir los precios de la electricidad. "Estoy convencido de que van a atener un impacto muy rápido no solo sobre los precios, sino también sobre el coste de vida", aseguró el presidente.

También, en clave de defensa, reiteró el compromiso de destinar el 2% del PIB en materia de Defensa, un asunto que consideró "impostergable” tras la agresión militar cometida contra el pueblo ucraniano porque "ha habido muchas cosas en este ámbito que Putin nos ha recordado a los europeos cuán importante es defender la paz". "Si la frontera europea es también la frontera española, debemos entre todos ser responsables, solidarios y reforzar esas fronteras cuando se vean en peligro como es este caso, porque la disuasión es fundamental".

Tal fue su apelación a la unidad como hilo conductor de su comparecencia, que Sánchez concluyó su hora y medida pidiendo, en nombre del Gobierno, "unión, y "apoyo". "No me parece que pedir apoyo y unidad en medio de una pandemia y de una guerra en Europa sea demasiado pedir".

Porque, "en tiempos excepcionales, unidad y soluciones extraordinarias", dijo Sánchez para cerrar su intervención, en la que afirmó que la unidad la ha "intentado a lo largo de estos últimos veintiséis meses, no siempre con el consenso que hubiera sido deseable" pero abogó por que "hagámoslo posible esta vez". "Se lo pido por el bien de España y de Europa", remachó.

SAHARA

Por otra parte, y por primera vez de manera prolija, Sánchez abordó la "nueva" política iniciada con Marruecos y reconoció la importancia estratégica del país vecino el control de la inmigración irregular, las relaciones económicas y la política antiterrorista.

Por ello, reivindicó su iniciativa de escribir a Mohamed VI señalando que “acaba de abrirse una nueva ventana de oportunidad para retomar las negociaciones”, con el nuevo Enviado Especial de Naciones Unidas, Steffan de Mistura. Se abre, aseveró, “ventana de oportunidad” que se abre para resolver un conflicto que, subrayó, tendrá que concitar un “acuerdo entre las partes.

Además, incidió en que la posición española coincide con la de otros países europeos y se enmarca en la de la ONU, que, recordó, exige también que la solución sea aceptada por las dos partes: Marruecos y el pueblo saharaui.

Sánchez comenzó reconociendo que Marruecos es “un socio estratégico indispensable” con el que “se han ido acumulando años de historia, de lazos humanos, acuerdos y vínculos que han ido forjando intereses compartidos”, y con el que, en los tiempos de “zozobra”, ambos países han “salido, sin duda, perdiendo”.

Defendió que, en lugar del “giro” que le han afeado todos los partidos sobre el Sahara, se trata de “un paso más en un camino que se inició, hace 14 años, cuando el Gobierno español saludó la propuesta marroquí de autonomía como una contribución valiosa para la superación de un conflicto, no nos engañemos, que lleva más de cuatro décadas enquistado”.

No hay “desinterés ni desatención hacia el sufrimiento del pueblo saharaui”, sino “el propósito firme de contribuir a la superación para un conflicto enquistado hace medio siglo y sin perspectiva de resolución al menos hasta este momento”, y “dentro siempre del marco de Naciones Unidas y con el acuerdo de las partes directamente implicadas”, aseguró el presidente ante las denuncias de abandono a la causa saharaui.

(SERVIMEDIA)
30 Mar 2022
MML/PTR/gja