Así, mientras que en los primeros años de la década de los ochenta declaraban sus rentas menos de 100.000 empresarios agrícolas, en 1989 esta cifra se ha situado en 787.534 personas.

El mayor aumento de declaraciones presentadas se registró en el año 1983, ejercicio en que declararon un 197,88 por ciento más de agricultores que el año anterior, y en 1986 (un 54,52 por ciento más que en 1985).

Sin embargo, en 1989, último año del que se isponen de datos sobre el Impuesto de la Renta de las Personas Físicas (IRPF), salieron a la luz un porcentaje de agricultores muy inferior a años anteriores, ya que sólo declararon un 2,68 por ciento más que en 1988.

En 1989, la base imponible total declarada en las 9.843.817 declaraciones por el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas presentadas ascendió a 17,6 billones de pesetas, frente a 14,9 billones el año anterior y 5,1 billones de pesetas diez años antes.

De los 17,6 billones depesetas declarados, 276.930 millones procedieron de actividades agrícolas, cifra que sólo fue 5.551 millones superior a la renta neta declarada por los agricultores en 1988, lo que significó un aumento del 2,05 por ciento.

DECLARAN MUY POCO

Pese al importante aumento del número de agricultores que hacen la declaración de la renta, el peso de las rentas declaradas por este colectivo en la base imponible total de 1989 es muy bajo e incluso es menor que el de los tres años anteriores.

Así, en 1989 de los 17,6 billones de pesetas totales declarados, sólo el 1,57 procedían de actividades agrícolas. El porcentaje se situó en el 1,81 por ciento en 1988, en el 1,79 por ciento en 1987 y en el 1,74 por ciento en 1986.

Ello es consecuencia de los bajos rendimientos declarados por los agricultores. Aunque tanto empresarios como agricultores han multiplicado por 2,5 y 5 veces, respectivamente, sus rentas medias declaradas entre el principio de la década y 1989, éstas están todavía al 60 por ciento y el 0 por ciento de lo declarado por los trabajadores.

En 1989, la renta media declarada por agricultor se situó en 351.641 pesetas, frente a 353.836 pesetas en 1988, mientras la de los empresarios fue de 1.018.297 pesetas y la de los trabajadores de 1.706.252 pesetas.