Según señaló la ONG en una nota de prensa, en el primer censo de urogallo en Aragón, realizado en 1990, se contabilizaron 154 machos, mientras que en 2017 solo se encontraron 40. Así, la población aragonesa de urogallos se ha reducido en un 74%.

Por ello, se declaró el urogallo especie en peligro de extinción en el catálogo del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico y en peligro crítico en el Libro Rojo de las Aves. Antes ya estaba clasificada como especie sensible a la alteración del hábitat y, desde 2015, cuenta con un Plan de Conservación de su Hábitat.

Sin embargo, SEO/BirdLife apuntó que, teniendo en cuenta los resultados, este último “debería de aumentar su implementación e interés por parte del Gobierno de Aragón”.

En la actualidad, uno de los factores que más están contribuyendo al declive y extinción de esta especie es la presencia cada vez mayor del turismo, debido al aumento de pistas y senderos balizados, así como la fragmentación de los hábitats donde viven, según explicó la organización conservacionista.

Con el objetivo de proteger al urogallo pirenaico, SEO/BirdLife propuso “concienciar a la población mediante el apoyo de las instituciones para evitar comportamientos negativos e instar al Gobierno de Aragón a que financie acciones dirigidas a la mejora del hábitat y a salvar la especie”.