En una rueda de prensa conjunta, los portavoces de ambos colectivos negaron rotundamente que la incidencia de la enfermedad en las cárceles sea del25 por ciento.

Ambos colectivos ciudadanos reclamaron la excarcelación de dos presos gallegos que, aseguran, padecen sida en fase terminal y no logran que se les aplique el artículo 60 del reglamento de penitenciario, que recomienda la puesta en libertad de enfermos incurables.

Los portavoces de PreSOS y del Comité Anti-Sida de Santiago pidieron concretamente la liberación de Isidro Mayo Carrillo, preso en Lérida, y Ramón García, en Bonxe (Lugo), en virtud de esa disposición, al tiempo que denuncaron la falta de medios de atención sanitaria en las cárceles.

Asimismo, estos colectivos aseguraron que Instituciones Penitenciarias sólo acepta excarcelar a los presos cuando están en vísperas de morir.

Para paliar la situación existente en las cárceles gallegas, el Comité Anti-Sida de Santiago está dispuesto a remitir cada mes jeringuillas y preservativos a las prisiones, aunque su portavoz indicó que no se les permite, porque supondría para Instituciones Penitenciarias el reconocimiento de qu en las cárceles se consume droga.