Rahola se refirió al poco avance DE la normalización lingüística para explicar que "todavía existen sectores de la Administración que no utilizan el catalán como tónica general".

Además, según el Síndic, en el sector de la enseñanza, "sobre todo a partir del primer ciclo, y la Administración de Justicia en aquellas cuestiones que son de su competencia, son los sectors más deficitarios en el uso de la lengua catalana dentro de la Administración de la Generalitat".

El Síndic de Greuges comentó asimismo que a pesar de que en la Administración periférica se han producido avances en este sentido, la integración lingüística plena aún se encuentra muy lejos de poder considerarse normalizada.

A pesar de que todos los grupos parlamentarios manifestaron, en líneas generales, su apoyo al informe de Frederic Rahola, los representantes del Partido Popular (PP) defendiero el bilingüismo, mientras que Iniciativa per Catalunya (IC) dijo que no era necesario defender la lengua castellana sino los derechos de los catalanoparlantes.

Esquerra Republicana (ERC), por su parte, argumentó que era suficientemente sintomático el hecho de que en el informe no se recoja ninguna queja de algún ciudadano que haya tenido problemas por utilizar el castellano. El Partido de los Socialistas Catalanes (PSC) destacó que antes de reformar la ley de normalización lingüística, lo que era neceario era agotar todas las posibilidades de la misma.

Convergència i Unió (CiU) destacó la intención del Gobierno de la Generalitat de modificar la ley de normalización con el objetivo de ir más lejos en esta cuestión.