Así lo recoge el V Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC) que los sindicatos y las patronales firmaron este pasado miércoles tras más de un año de negociación y que consta de 32 páginas, en las que se ha incluido un apartado específico sobre discapacidad.

El apartado que más debate ha generado ha sido el salarial, que finalmente recomienda que las retribuciones crezcan un 4% este año y un 3% en 2024 y 2025, junto con una cláusula de revisión de hasta el 1% cada ejercicio que la inflación supere estos incrementos.

Pero el texto también realiza recomendaciones en materia de teletrabajo, contratación, desconexión digital, inteligencia artificial y mecanismos de flexibilidad interna, entre otros apartados.

SUPERAR LOS MÍNIMOS LEGALES

Precisamente, en materia de discapacidad, el AENC subraya la necesidad de “superar la inclusión aislada y parcial de algunas cláusulas que, en muchos casos, se limitan a reproducir cuestiones de estricto cumplimiento legal o reglamentario, propiciando un tratamiento transversal de la discapacidad, que permita avanzar en la igualdad y evitar la discriminación en el ámbito laboral”.

También anima a empresas y trabajadores que negocien la renovación de los convenios a que promuevan la toma de conciencia para garantizar la igualdad de oportunidades, así como a incorporar disposiciones concretas en el convenio colectivo, que contemplen medidas específicas para contribuir a la efectiva igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres con discapacidad en el ámbito laboral.

Incluir en los convenios colectivos disposiciones que contribuyan a la efectiva aplicación de cuestiones como las adaptaciones de puestos de trabajo, ajustes razonables, accesibilidad universal, igualdad de oportunidades en el acceso al empleo, formación y promoción profesional, condiciones laborales, adaptación y ajustes del tiempo de trabajo por razón de discapacidad es otra de las cuestiones que plantea el AENC.

DISCAPACIDAD SOBREVENIDA

En este sentido, pide también abordar desde la negociación colectiva la discapacidad sobrevenida, con el objetivo de establecer las medidas necesarias para mantener el empleo. En concreto, los agentes sociales sugieren promover la adaptación del puesto de trabajo, favorecer procesos de movilidad funcional a puestos adaptados a la nueva situación y el impulso de la formación para estos cambios.

Del mismo modo, urgen a “establecer mecanismos de seguimiento y evaluación de las cláusulas recogidas en los convenios, y de su impacto social, así como medidas correctoras a la vista del resultado de dicha evaluación”.

En opinión de las Organizaciones firmantes del acuerdo, “es una buena oportunidad para hacer balance del funcionamiento y eficacia de las normas y políticas públicas desarrolladas en esta materia y para impulsar, desde el diálogo social tripartito, los cambios y adaptaciones necesarias para el futuro, cambios que deben reforzar el papel que el diálogo social y la negociación colectiva deben jugar en el diseño e implementación práctica de dichas medidas”.

TASAS SIMILARES

Al respecto, en una entrevista con Servimedia, el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, expresó su deseo de que le gustaría “vivir en un país en el que las tasas de paro y actividad de las personas con discapacidad fueran iguales o similares a las de quienes no tienen discapacidad”.

Asimismo, incidió en la importancia que su sindicato da a que este aspecto se recoja en el AENC, puesto que, además de que es una cuestión de “justicia” social y económica, “somos el sindicato de España y creo que del mundo que más afiliados con discapacidad tiene”.

Por último, elogió el impulso a la inclusión de la discapacidad que desarrolla el Grupo Social ONCE y UTO, que es la sección de UGT en todo el entorno de la ONCE.